Basta decir que esta carretera paisajística, que tendrá en pocos meses su señalización especial, miradores y apartaderos, es literalmente atravesada por gargantas y piscinas naturales que fluyen desde las altas montañas del Ambroz entre castaños, robles y pinos. El trazado se inicia en el pie del puerto de Honduras (cruce de la CC-102 con la N-110), en el municipio de Hervás, con su excepcional barrio judío, y prosigue por Gargantilla, Segura de Toro y Casas del Monte, hasta el cruce de la CC-15.3 con la N-630.