La directora de la residencia de la confederación de minusválidos (Cocemfe), Lola García, considera que era necesario mayor control en los aparcamientos, pero sobre todo más sensibilidad con los discapacitados. "Muchas veces las plazas están ocupadas por gente no autorizada. También pasa entre el propio colectivo, que las usan sin que vaya el afectado". Además, se demandan más plazas reservadas.

Aspace se une a esta reivindicación en algunos puntos, como junto al colegio Francisco Pizarro, y apoya el control sobre las tarjetas porque es positivo que esté reglado, aunque se pide flexibilidad en la valoración de la movilidad reducida.