Las asociaciones de vecinos y colectivos de personas con discapacidad (Cocemfe y Aspace) examinan la accesibilidad de la calle Sánchez Varona y su entorno. El ayuntamiento ha reformado tanto esta vía como Zurbarán, San José y Felipe Uribarri con el objetivo de convertirlas en itinerarios accesibles para entrar en la parte antigua. La obra se ejecuta a la vez que la reforma de Alzapiernas, uno de los principales accesos a la ciudad monumental (por aquí pasan 900.000 personas de media al año), donde se instalarán escaleras mecánicas en el tramo más ancho de la vía, el más cercano a la calle Parras.

En cambio las actuaciones no convencen a los colectivos de personas con discapacidad. Convocados por el cacereño Juan Carlos Caso, miembro de la Agrupación de Asociaciones de Vecinos y discapacitado visual, realizarán esta mañana una visita a esta zona en sillas de ruedas para comprobar si es o no accesible. A juicio de Caso, la mejora no cumple con la ordenanza de accesibilidad universal debido a la pendiente que tiene. «Subir esta cuesta es casi imposible y bajarla es complicado porque se te pueden ir las ruedas y chocarte contra la pared», señala. Una de las razones es que los descansillos que han construido en medio de la cuesta tienen también inclinación.

Inspeccionarán asimismo la calle Parras, vía a la que se llega desde Sánchez Varona (conecta Parras con Moret). Según afirma Juan Carlos Caso, para que una calle sea accesible debe tener al menos acerados con una anchura de 1,80 metros (1,50 si se trata del interior de la ciudad monumental, siempre y cuando sea una plataforma única, es decir que no haya desnivel entre la acera y la calzada). «En la calle Parras hay tramos en los que la acera tiene 70 centímetros de ancho», señala.

LA CUESTA DE ZURBARÁN / Por último evaluarán la calle Zurbarán, que conecta con la plaza de la Concepción. «Aquí quieren hacer una rampa que tampoco respeta la ordenanza, que dice que las rampas tienen que tener un 6% de desnivel transversal y un 2% lineal. Resulta que esta cuesta va a tener un 8% de pendiente», añade Juan Carlos Caso. «Está claro -continúa- que va a ser más cómodo subirla para las personas que no tengan ninguna discapacidad pero no va a cumplir el objetivo, que es mejorar su accesibilidad para las personas con problemas de movilidad», sentencia.

Estas quejas se unen a las que ya mostraron los colectivos de personas con discapacidad por la instalación de una escalera mecánica en la calle Alzapiernas. Avisan de que esta medida no mejora la accesibilidad porque a una escalera mecánica no puede subirse una silla de ruedas.

También los comerciantes y hosteleros de la zona han mostrado su malestar por las obras. Como publicara este diario la semana pasada critican que llevan varios días paradas. Exigen que se agilicen los trabajos porque, desde que comenzaran, sus negocios están aislados. Los más afectados son los situados en la plaza de la Concepción. De hecho han colgado carteles de protesta en sus locales y calculan pérdidas de más de un 50% desde que comenzaran.