Hace días descargaron las vallas y comenzaron a pintar las marcas de obra. También retiraron los bancos. Obispo Galarza empieza a prepararse para su transformación. Durante los próximos cuatro meses se actuará sobre 1.500 m² de acerado y 500 m² de vial. Esta plaza, convertida en la principal tarjeta de visita de los turistas cuando llegan a Cáceres, ganará espacio peatonal, será más segura y tendrá un aspecto acogedor con árboles y un nuevo jardín vertical.

La reforma ha sido promovida por el Ayuntamiento de Cáceres, que lleva tiempo madurando un cambio para esta plaza a la que llegan a diario entre 12 y 20 autobuses cargados de visitantes, además de los sucesivos turistas que desembarcan en el parking con sus coches. El proyecto, financiado con fondos municipales (216.000 €), eliminará la rotonda de acceso a este aparcamiento, de modo que aumentará el radio de la curva que da entrada al parking, lo que permitirá un trazado más cómodo y seguro.

Además, se sustituirá el asfalto del acceso por una zona peatonal con pavimento de adoquines, aumentará la superficie para el viandante en toda la plaza y se incorporarán baldosas de mármol blanco para mejorar la estética. La reforma, que ejecutará la empresa Aquaducto Ingeniería y Servicios Extremeños, también dará una imagen más verde a la plaza, que adolecía de ello, con 24 nuevos árboles (14 liquidámbar, 9 cipreses y un manzano) y un jardín vertical compuesto de hiedras y parras. La carga y descarga se trasladará junto a la parada del autobús.

Si hay un colectivo deseoso de ver el inicio de las obras y la transformación final de la plaza, es el de la Asociación de Comerciantes de Obispo Galarza, Parras y San José. Llevan años luchando por la mejora del entorno, que por un lado consideran «estratégico» para el turismo, y por otro «muy necesitado» de una puesta a punto. Así lo explica Manuel Méndez, presidente del colectivo con 40 años de actividad en la zona, junto con Damián Arroyo, vicepresidente. Ambos han seguido muy de cerca el proyecto e incluso han planteado las alegaciones de su asociación de comercio. Durante su última reunión con la alcaldesa, Elena Nevado, hace pocas semanas, le han insistido en la conveniencia de que se tengan en cuenta tres de sus propuestas, que consideran fundamentales.

Las dos primeras reclaman la retirada de los contenedores de la plaza de Obispo Galarza, bien soterrándolos (primera opción), o bien alojándolos de algún modo contra la pared, de modo que no sean visibles al numeroso público que transita por la plaza ni emitan olores, especialmente en los calurosos meses de verano. En principio, el proyecto contempla camuflarlos bajo el jardín vegetal, pero los comerciantes consideran que es una solución insuficiente.

Además, creen muy necesaria la creación de un espacio de aparcamiento para emergencias debido al trasiego de la plaza. «Hemos visto ya dos infartos y la zona lo precisa», afirma Manuel Méndez.

En principio, los comerciantes ven a la alcaldesa receptiva con sus propuestas. En cualquier caso acaban de reiterárselas a través de un escrito. «Esperamos que se hagan realidad cuando comiencen las obras», señalan. También le recuerdan que el eje San José-Galarza «es el enclave con menos árboles de la ciudad».

TAMBIÉN ALZAPIERNAS/ Además, los comerciantes consideran esta obra paralela a la de Alzapiernas, que esperan que comience en breve con la instalación de las escaleras mecánicas, que salvarán los 30 metros de escalones y su rampa pronunciada. «Supondrá la reactivación de un área que ha venido a menos, como es Pintores y su entorno, la zona más tradicional de compras. Se necesita un atractivo y la mejora de Alzapiernas puede serlo», afirma Manuel Méndez. El colectivo también ha luchado por la reapertura del ascensor de Galarza y el establecimiento de un horario de uso (para evitar el vandalismo), así como por la eliminación de las pintadas de Parras. Ahora les queda pendiente la mejora de algunas fachadas ruinosas de esta calle, un objetivo en el que ya trabaja el ayuntamiento.