La Confederación Hidrográfica del Tajo ha abierto expedientes sancionadores contra el ayuntamiento porque los vertidos de las aguas residuales tratadas que salen de las plantas de la cuenca oeste a dos arroyos y un regato superan los límites normativos establecidos.

La Confederación también asegura que el tratamiento físico-químico de estas plantas es "un proceso inadecuado para la consecución de los valores mínimos que establece la normativa europea para las aguas residuales urbanas tratadas".