El Congreso de los Diputados trabajará para darle visibilidad turística a Cáceres. Ese es el objetivo de César Ramos Esteban, diputado en Cortes, vocal de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio, y portavoz de la Comisión de Fomento en la cámara baja. Esta semana, el dirigente socialista acompañó al concejal de Turismo, Jorge Villar, a una visita en la que el edil compartió proyectos y le dio a conocer algunos de los recursos turísticos de la ciudad para poner en valor su patrimonio.

Y todo ello a través de ‘España Global’, la nueva marca país con la que se espera contribuir a mejorar la reputación española en el mundo y que sustituye a ‘Marca España’ como enseña de la diplomacia pública. El gobierno central pretende transmitir lo que España es hoy, y dentro de ese objetivo Cáceres debe estar ahí. Esa es la contundente opinión de César Ramos: «Gobernar en Madrid, en Mérida y en la ciudad con el mismo signo político tiene una ventaja que hay que aprovechar. Eso tiene que ser útil para la capital cacereña».

En este sentido, Ramos indica que la consonancia socialista ha de servir para tener «una relación más fluida con el Gobierno de la nación y que las prioridades de Cáceres se puedan escuchar. Es nuestra obligación», dice. En ese marco, el turismo se hace vital: «Ahora lo que más se escuchan son las escapadas a la costa, pero lo nuestro es el interior, de modo que el Congreso tiene que poner el foco en promocionar nuestra tierra en el exterior a través de iniciativas parlamentarias en las que trabajaremos a partir de septiembre, cuando la Cámara retome su actividad normal. Como diputados tenemos la labor de ser embajadores de Cáceres», remarca el líder socialista.

PROPUESTAS / La visita que realizó con el concejal de Turismo se centró en las torres de Cáceres. Villar trasladó a Ramos «el planteamiento de los proyectos que tiene para la ciudad, no solo centrados en el turismo intramuros, sino en el aprovechamiento de extramuros, con las cuevas, el campamento militar y el centro de interpretación de las minas». Se trata de espacios que «no se están aprovechando y que a veces ni siquiera aparecen señalados en algunas rutas».

A juicio del diputado tampoco se promocionan debidamente los miradores, «que se utilizarían en cualquier ciudad del mundo y que tienen tantos visionados que ofrecen aspectos muy diversos de Cáceres». El diputado insiste en el concepto de «visibilidad», que a su entender se ha aplicado en las políticas turísticas «muy lentamente» y que cuando se ha hecho ha sido «de forma espontánea o casual», como el caso del rodaje de la serie ‘Juego de tronos’, «que se ha aprovechado muy tímidamente».

Según el diputado, para vender la ‘Marca Cáceres’ hay que hacerlo dentro de la ‘Marca España Global’ porque «por sí sola la ciudad no se puede vender. Necesitamos que esa ‘España Global’ incluya un paquete turístico que pase por Cáceres porque todavía no es un lugar consolidado como destino turístico».

¿Y qué es necesario para ello? César Ramos no se anda con rodeos y zanja con dos palabras abrumadoras: «¡El tren!», y lo dice entre exclamaciones. «El tren es la gran prioridad», reitera. Como portavoz de la Comisión Parlamentaria de Fomento, recuerda que haber replanteado la línea por Toledo ha sido un acierto del gobierno central.

Indica que este año se prevé terminar la plataforma entre Plasencia y Badajoz y que está previsto que se licite el tramo Plasencia-Navalmoral. El objetivo es que cada vez que se termine una obra de la plataforma y se electrifique, se ponga un servicio porque «así -entiende- ganamos en tiempo».

Antes de dos años está previsto que concluya el tramo Plasencia-Badajoz, con lo que de Cáceres a Madrid se tardarán 2,40 horas frente a las 3,20 actuales. Cuando termine el tramo Plasencia-Navalmoral, en 2023, la duración del trayecto será de dos horas. Cuando la línea esté acabada, un viajero podría salir de Cáceres y llegar a Madrid en una 1,40 hora o en 1,30. En esos años, de 2019 a 2023, «se pueden ir metiendo trenes con mejores características y que el servicio se modernice». Que el tramo incluya Toledo, Mérida y Cáceres, tres ciudades patrimonio de la humanidad, facilitaría la oferta de paquetes turísticos ferroviarios a estas capitales. Y todo para que Cáceres sea, al fin, parte de la ‘España Global’.