El análisis de la patología del edificio Embarcadero y el plan para su reforma se conocieron ayer en la junta de gobierno. El edil Francisco Javier Castellano informó de su contenido tras la reunión de la junta, y destacó que gran parte del inmueble se puede conservar, por lo que no peligra el proyecto para la recuperación del edificio. Sin embargo, puntualizó que "hay zonas con patologías graves, y es inviable la recuperación", como ocurre con la cubierta superior (el pasillo abovedado que corona el edificio), que "se tendrá que demoler, y se dará la solución constructiva que por parte de la dirección facultativa se estime".

En cuanto a la conservación de la bóveda, que es el principal elemento constructivo del edificio Embarcadero, sólo se "va a abordar la sustitución completa de dos tramos de la membrana con un estado de conservación que justifica esta medida drástica", según se aconseja en el informe sobre la patología del edificio.

Castellano recordó que las obras no previstas que hay que acometer ahora a causa de las deficiencias localizadas ascienden a 579.532 euros.