La deuda del ayuntamiento por operaciones pendientes de pago, el débito a los acreedores, es de 24,2 millones, mientras que la deuda que se mantiene con las entidades financieras asciende a 32,9. La suma son 57,1 millones a fecha del pasado 31 de mayo, según la información que el edil en funciones de Economía y Hacienda, Lorenzo de la Calle, presentó ayer. La deuda se quedará en 19,4 millones si se adjudica el concurso del agua y el ayuntamiento cobra un canon de la empresa que gestione este servicio.

De la Calle ofreció datos sobre la deuda a acreedores, el débito con entidades financieras, el grado de ejecución del presupuesto prorrogado del 2011, las facturas pendientes y las expropiaciones. Lo hizo tras la entrevista que tuvo con el portavoz del gobierno entrante, Valentín Pacheco, en la que "le informé de cómo está la situación para cuando tome posesión el nuevo gobierno".

Hay dos tipos de deudas. Por un lado está la que se tiene con entidades de crédito, que se ha destinado a inversiones, con tres operaciones todavía por amortizar contratadas en 2002, 2003 y 2008, y para hacer frente a gastos corrientes, con seis operaciones que se concertaron en 2009 y que se gastaron en pagar obligaciones pendientes de pago con acreedores anteriores a 2008.

El otro tipo de deuda es la que se tiene con proveedores de servicios del ayuntamiento (las facturas de mayor importe son con las empresas gestoras de servicios como autobús, agua y basura). El débito por estos conceptos asciende ahora a 24,2 millones.

De la Calle destacó que al llegar al gobierno en 2007 se encontraron con obligaciones pendientes de pago a proveedores por 64,9 millones, de los que 29,7 salían de gastos hechos sin partida en presupuesto. Además había deuda con bancos, con importes más bajos que la actual, aunque entonces se recurría a las operaciones de tesorería de un año para tener liquidez.

EL PLAN DE SANEAMIENTO La actual situación financiera que tiene el ayuntamiento no se explica sin el plan de saneamiento aprobado a mitad de legislatura. Al tener una deuda con proveedores de 64,9 millones, de los que 29,7 estaban al margen del presupuesto, se buscó una doble solución: interna (con un plan de austeridad de gastos corrientes, con una reorganización del presupuesto que controlase el gasto por concejalía y con una mejora en la recaudación, sobre todo del IBI por una labor inspectora) y externa (cuando el Gobierno dejó a los ayuntamientos pedir créditos a bancos para pagar deuda a proveedores).

La externa llevó a cambiar deuda por deuda. Se concertaron seis operaciones de crédito y los 30 millones obtenidos se destinaron a pagar a los acreedores, aunque por medio se metieron tres expropiaciones con sentencias que obligaron al consistorio a destinar 9 de los 30 millones, un dinero que fue a solo tres sociedades (una multiplicó por 10 el precio que había pagado por el terreno y las otras dos por 3).

CANON COMO SOLUCION Con los 30 millones se abonó deuda por 21 millones más las tres expropiaciones. Una vez pagado este débito había que hacer frente al importe de los seis créditos y se recurrió al canon. Cuando se elaboró el plan de saneamiento coincidió que salía a concurso la gestión del agua. Tres años antes se había perdido la oportunidad de pedir un canon en el concurso de la basura y la limpieza.

El canon era la solución, debido a la escasez de recursos del ayuntamiento, para poder pagar los créditos y quitar 30 millones de deuda. El canon a su vez se tendrá que devolver a la empresa y podría revertirse en la tasa bimestral que pagan los usuarios del servicio del agua.

Pero el canon del agua, que en un principio ascendía a 30 millones, al final queda en 37,7 (cantidad que se puso en el pliego del concurso) y ya no será solo para los créditos, ya que han transcurrido casi dos años y la cantidad que queda por amortizar de las seis operaciones son 22.577.373 euros al haberse abonado tres cuotas semestrales. Los 15 millones de la diferencia entre los 37,7 y los 22,5 serán los que se puedan destinar a deudas por obligaciones pendientes de pago a los acreedores en dos fases (7,6 millones de euros el primer año y 7,5 el segundo).

Lo que pase a partir de ahora dependerá del nuevo gobierno al estar aún pendiente de adjudicación definitiva el concurso del agua. El PP, que estará al frente del nuevo ejecutivo, no aprobó el plan de saneamiento cuando estaba en la oposición, aunque sí los pliegos con el canon, y no votó la adjudicación provisional del concurso a Acciona. Una de las primeras decisiones a tomar por el PP será qué hará con el concurso y el canon, y si no hay canon, qué otras soluciones se tienen para reducir deuda.