Diputación aprueba, con la abstención del Partido Popular, la moción de reprobación a Alfredo Aguilera para exigirle que deje su acta de diputado y de alcalde de Malpartida de Cáceres, tras ser condenado por el Juzgado de lo Penal de Número 2 de Cáceres a nueve meses y un día de prisión por un delito de maltrato a su exmujer y a 20 días de libertad vigilada por otro leve continuado de vejaciones. La moción salió adelante con los votos a favor del PSOE (grupo que la presentó) y de Ciudadanos, en un pleno al que Alfredo Aguilera no asistió -la primera vez que esto ocurre- y que comenzó con un minuto de silencio por las últimas víctimas asesinadas a manos de sus parejas.

Aguilera se dio de baja del PP nada más conocerse la sentencia, en cambio no ha dejado su acta de alcalde en el Ayuntamiento de Malpartida ni de diputado en la institución provincial (en ambas instituciones ejerce como no adscrito). Precisamente lo que le exige ahora esta moción de reprobación es que cese de estos cargos y deje de tener responsabilidad pública porque, tanto para los socialistas como para la formación naranja, la condena de Aguilera es «incompatible con el ejercicio de la política».

«El grupo socialista, junto al resto de grupos políticos, hemos trabajado mucho contra esa lacra. El gobierno provincial ha tenido siempre firmeza con respecto al tratamiento frente a la violencia de género. No podemos consentir, no podemos perder ni un solo minuto más para pedir la dimisión del señor Alfredo Aguilera y el cese de todos sus cargos de todas sus responsabilidades públicas», advirtió el portavoz del equipo de gobierno en la institución, Álvaro Sánchez Cotrina.

Le recordó a Aguilera que el 23 de noviembre, en la pasada legislatura, apoyó un manifiesto que firmaron de manera conjunta los tres partidos (PSOE, PP y Cs), con el que se comprometían a ayudar a las mujeres que se encontraban viviendo una situación de violencia de género. «No hay legitimidad para seguir sentado en el escaño si uno es honesto y congruente con las palabras de ese manifiesto», insistió el portavoz.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Antonio Bohigas, advirtió que para su partido «luchar contra la violencia machista con recursos y medidas no es una opción, es una obligación». Por eso, dice que «por coherencia», una vez conocida la sentencia, y porque Ciudadanos se sumó al pacto contra la violencia de género, apoya la reprobación de Aguilera, que debe marcharse.

LOS POPULARES / El portavoz del Partido Popular, José Ángel Sánchez Juliá, reiteró al comienzo de su intervención su postura contra la violencia de género. «Es un asunto extremadamente delicado, que requiere de la mayor prudencia política e institucional porque existen muchas personas, no solo las víctimas, que sufren por una presión mediática, muchos de ellos menores de edad», por esta razón apeló a la prudencia a la hora de tratar este caso.

Recordó que cuando los populares tuvieron conocimiento de la sentencia, actuaron apartando a Alfredo Aguilera del partido: «En menos de 24 horas el señor Alcántara no formaba parte del PP. Actuamos como entendíamos que teníamos que actuar, como nuestro partido marca, no como nos quieran marcar los demás».

Advirtió que la condena de Aguilera no es firme (ya la ha recurrido a la Audiencia Provincial de Cáceres), por lo que hay «que respetar los tiempos procesales». Sánchez Juliá cree que el PSOE no busca luchar contra la violencia de género, «solo pretenden jugar a ser jueces mediáticos, buscando un rédito político y otros intereses, un linchamiento personal y un apaleamiento en plaza pública». Y les acusó de montar un «circo político» del que el PP «no va a participar».

Al final, como casi siempre, el debate terminó en un enfrentamiento entre PP y PSOE. Los primeros echaron en cara a los segundos porque mantienen en cargos públicos a políticos condenados (como Jesús Eguiguren, también condenado por maltrato) y los segundos defendiendo a esos cargos que permanecen y afeando que no apoyaran la moción.

Al pleno asistieron también miembros de la Asociación Feminista de Cáceres y de la Plataforma de Mujeres por la Igualdad de Cáceres, que portaron pancartas exigiendo la dimisión de Aguilera. «Fuera maltratadores de nuestras instituciones» o «nos tocan a una, dañan a todas. Dimisión ya», podía leerse. Creen que debe ser el PP el que exija a Aguilera dimitir de sus cargos: «Con nuestro dinero no se puede financiar a alguien que maltrata a una mujer», advierten.

A pesar de que la moción de reprobación saliera adelante, la decisión de dejar los cargos es personal y debe ser Alfredo Aguilera el que la tome. Por el momento mantiene su acta de alcalde y de diputado.