Dos cacereños, tío y sobrino, fueron juzgados ayer en la Audiencia Provincial como imputados de un delito de falsa acusación y otro de estafa por presuntamente hacer pasar las heridas que el sobrino había sufrido en una capea por un atropello para cobrar de la aseguradora del coche. El juicio quedó visto para sentencia.

Los hechos de la causa ocurrieron el 23 de octubre del 2004. Ese día el acusado, J. A. V. S., participó en una capea donde sufrió una embestida de la vaquilla dañándose el tobillo, recibiendo asistencia en primer lugar por uno de los participantes del festejo y posteriormente en el hospital, donde le diagnosticaron una fractura de peroné.

Tras ello, según explica la Fiscalía en las conclusiones provisionales de la causa, en "connivencia" con su tío, A. S. F., idearon el modo de que obtuviera un resarcimiento por lo ocurrido y decidieron denunciar un atropello. Así, compareció ante el juzgado el 16 de diciembre del mismo año para presentar la denuncia, diciendo que una furgoneta, conducida por A. S. F., le había arrollado. A. S. F., al mismo tiempo, dio parte a su aseguradora, que tuvo que pagar los gastos médicos.