Un susto de muerte. Eso fue lo que sintieron dos familias de Residencial Universidad al recibir la factura de la luz de este mes, cuyo gasto ascendía a 3.071 euros en un caso y a 4.000 euros en otro. Una de ellas se enteró al recibir una llamada telefónica de la distribuidora a su casa alertándole de que este mes le llegaría un recibo de una cantidad "muy elevada". Cuando le fue comunicada la cifra pensó que se trataba de una broma. Desafortunadamente no lo era.

No se trata de los únicos afectados por esta situación en la capital cacereña, según indicó ayer la Asociación de Consumidores y Usuarios de Extremadura (Acuex), que no precisó el número exacto de personas que han sufrido este problema. Se debe, según las mismas fuentes, a que las empresas no leen los contadores y emiten facturas con un consumo estimado, de ahí el desfase que pueda ocasionarse. Aún así Acuex advierte de que en estos dos casos de Residencial Universidad el coste es desorbitado.

Ambas familias tienen contratada la luz y el gas con Unión Fenosa y llevan con la empresa desde hace un año (antes la luz se la suministraba otra compañía). En los dos casos, además de recibir esta última factura, pagaron el pasado mes de abril otras tres (les llegaron a la vez) por un importe total cercano a los 400 euros.

NO ENVIAN RECIBOS "El problema es que no nos envían las facturas de una manera ordenada, las envían cuando ellos quieren. En abril tenía más sentido porque hacía mucho que no nos mandaban facturas y las cantidades no bailaban mucho", indica Montse Manzano, afectada por la situación (su factura era de 4.000 euros). Ella y su vecina Vidal Moreno, también víctima de lo ocurrido, se han negado a pagar el importe. "No tengo una discoteca en casa, ni en los diez años que llevo viviendo en mi casa he consumido 4.000 euros", protesta a este diario Manzano. Y añade que si el importe se debiera a retrasos en facturas anteriores ya les habrían cortado la luz. "Tengo todos los pagos en orden, no debemos nada, no lo entiendo", señala esta afectada.

Las dos han dado orden a sus respectivos bancos para que no se abonen los recibos y han reclamado a Unión Fenosa y a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC).

No es la primera vez que Residencial Universidad denuncia desajustes en sus facturas. En abril lo hicieron en bloque tras pagar recibos de gas de altas cantidades, en algunos casos superaban los 600 euros. El problema se debió también a que no se realizaba la lectura de los contadores y les enviaron una factura con el consumo acumulado de varios meses.

Este diario se puso ayer en contacto con Unión Fenosa pero no recibió ninguna respuesta.