Ha pasado justo un año desde que el nuevo hospital recibiera a los primeros pacientes. En enero del 2019 comenzaron a funcionar las consultas externas (las primeras fueron las de las especialidades quirúrgicas). El complejo fue incorporando servicios de forma paulatina hasta que en el mes de mayo se pusieron en marcha las plantas de hospitalización, los quirófanos y las Urgencias. La apertura, aunque deseada (la ciudad tuvo que esperar doce años desde que comenzaran las obras), no estuvo exenta de críticas. En cambio el consejero de Sanidad, José María Vergeles, afirma que con su apertura la ciudad ha conseguido situarse en el mapa de la sanidad nacional, con un hospital puntero en cuanto a tecnología. «Cáceres necesitaba un hospital como este», afirma.

-Se cumple un año de la apertura del nuevo hospital, ¿qué valoración hace?

-La valoración es positiva. Primero porque Cáceres necesitaba un hospital que incorporase la tecnología que tiene este hospital, porque pocos hospitales de España tienen una tecnología y un acceso a la misma como tiene este. En segundo lugar, era absolutamente necesario que el hospital San Pedro de Alcántara pudiera contar con una reforma como la que se ha realizado como consecuencia del traslado del hospital. Y en tercer lugar, porque hay que agradecerle a aquellos que hicieron un traslado del hospital, como se hizo; de forma paulatina pero con un tremendo acierto, porque no ha generado grandes problemas. Ha ocurrido lo que siempre pasa cuando se traslada un hospital, que hay una cierta disminución de la actividad, pero eso no es óbice para que pudiésemos disponer de un hospital de estas características.

-¿El traslado se realizó con prisas o cuándo se tenía que hacer?

-Se hizo cuando tuvimos todas las condiciones de seguridad. De hecho, si tiramos de hemeroteca, veremos que incluso se nos acusa en algún momento de cierto retraso en determinadas fechas que fuimos dando. Y es que siempre, siempre, antepusimos la seguridad de los pacientes, que los pacientes estuviesen bien en el hospital cuando se trasladaran. No fue un traslado de un día para otro. Primero abrimos las consultas, después fuimos capaces de incorporar determinadas técnicas, después empezamos con la cirugía mayor ambulatoria, la cirugía, la hospitalización y las Urgencias. Fue un traslado perfectamente planificado y organizado.

-¿Qué ha ganado el área de salud de Cáceres con esta infraestructura?

-Un hospital de primer nivel en cuanto a tecnología sanitaria. La semana pasada Siemens visitó las instalaciones (la mayor parte del equipamiento tecnológico del hospital ha sido adquirida a esta multinacional) y nos podíamos sentir orgullosos de la valoración que hicieron de cómo estaba construido el hospital, de cómo habíamos acomodado las tecnologías dentro del edificio. Se sentían orgullosos de haber podido servirnos esa tecnología para que pudiesen disponer los cacereños de ella. Decían que era, sino el hospital que tiene una tecnología más avanzada, sí uno de los primeros de España. La tecnología, además, no se quedará obsoleta porque se ha adquirido por un renting y eso nos llevará a renovarlo periódicamente para que siempre sea un hospital puntero en cuanto a tecnología. Pero también hemos ganado en puestos de trabajo y, para una ciudad como Cáceres y una Extremadura donde el sector productivo es tan importante, nadie rechazaría una empresa que crea 200 puestos de trabajo de una sola vez. Eso es lo que ocurrió con la apertura de este hospital, que Cáceres ganó 200 puestos de trabajo de una sola vez.

-Precisamente cuando abrió el hospital hubo varias manifestaciones del personal sanitario, que se quejaba de exceso de trabajo…

-Este hospital se empezó a abrir en enero, pero cuando se completa es en verano y los profesionales tienen un derecho reconocido laboralmente a irse de vacaciones. Coincide así, la apertura completa del hospital con un periodo vacacional que hace que se tenga una sensación de que no hay el personal suficiente para atender al hospital, cuando eso no era así. Yo creo que hoy no se puede tener esa sensación. Indudablemente no es lo mismo tener habitaciones dobles (como en el San Pedro o en el Virgen de la Montaña), que habitaciones individuales, pero para eso se ha hecho la inversión en personal. La gerencia del área ha sido criticada injustamente porque en ningún momento hemos permitido que hubiese escasez de personal.

-El nuevo hospital permitirá por primera vez a los enfermos de cáncer recibir radioterapia en un hospital público…

-Es de lo que me siento más orgulloso. Que Cáceres disponga de un hospital de día de oncología radioterápica público, frente a todo lo que ha sido su historia, es de un avance de una magnitud muy importante. El acelerador lineal que se coloque aquí va a permitir técnicas que se van a complementar perfectamente con la técnica de radioterapia intraoperatoria que ya se realiza y que está suponiendo mejoras en el abordaje de, por ahora tumores de mama, pero en el futuro también de tumores dermatológicos y de otras características.

-¿Hay una fecha estimada de cuándo podría estar en funcionamiento la máquina?

-El acelerador lineal podría estar instalado, como muy tarde, a principios del mes de marzo, porque ya disponemos del permiso de instalación por parte del Consejo de Seguridad Nuclear y ya se ha encargado a la empresa que lo tiene que fabricar. Una vez instalado, tiene que seguir un periodo de calibración que busca la seguridad de los pacientes que reciben la radioterapia, es decir, para que reciban las dosis de radiaciones suficientes para abordar el tumor, pero la dosis mínima para que no produzca daño en el paciente. Para ello hay que hacer muchas pruebas, pero el hospital ya está preparado para eso porque ya cuenta con la unidad de radiofísica y con la unidad de oncología radioterápica. Todo esto permitirá una agilidad en la calibración para que en ocho o diez meses seamos capaces de contar con los permisos del Consejo de Seguridad Nuclear y empezar a realizar la radioterapia.

-¿Cómo será su puesta en marcha?

-La incorporación de los pacientes será paulatina, el rendimiento de la máquina se le irá sacando a medida que vayamos formando al personal especialista en oncología radioterápica, para poder utilizar todas sus prestaciones. Por ejemplo, técnicas de braquiterapia, una radioterapia con menos efectos secundarios, se irá poniendo en marcha poco a poco.

-¿Cómo se gestiona un área con dos hospitales: uno quirúrgico y otro de especialidades clínicas?

-No es una novedad ni nada exótico. Badajoz tiene tres hospitales, Don Benito tiene dos, Llerena Zafra también, el área de salud de Mérida también,… y están separados por muchos más kilómetros que lo están el hospital Universitario de Cáceres y el San Pedro de Alcántara. Me hubiese gustado abrir el hospital de una vez, pero había dos razones de peso para no poder hacer esto: La primera, porque disponíamos de una infraestructura inacabada cuando llegamos al gobierno (en el año 2015), donde las instalaciones estaban llegando a un momento de obsolescencia por el abandono de la construcción en cuatro negros años de la historia de nuestra sanidad (2011-2015). Y en segundo lugar, porque hacíamos correr un riesgo innecesario a los extremeños de perder 50 millones de euros de los fondos europeos si este hospital no lo abríamos de la forma en que lo hemos abierto.

-¿Pero es seguro mantener dos complejos abiertos?

-Están todos los mecanismos de coordinación lo suficientemente afinados para que no se produzcan situaciones que puedan tener consecuencias para los pacientes. ¿Que hay que seguir coordinándose? Seguro, como todas las áreas que tienen dos hospitales. Pero cuando estaba abierto el hospital Virgen de la Montaña, también había dos hospitales. Esta área de salud jamás ha tenido un hospital, ha tenido siempre dos. Creo que hay que quitarle importancia y ocuparse de la coordinación entre los hospitales.

-¿Qué servicios cree que hay que mejorar?

-Hay que seguir avanzando en todos los servicios. Hemos hecho una inversión muy importante en la formación del personal de radiodiagnóstico porque los aparatos con los que está dotado este hospital son muy avanzados. Detectamos la necesidad de poner el servicio de radiofísica y eso nos obligó a hacer modificaciones en el área de reanimación y de cuidados intensivos. Tenemos que seguir mejorando el área de Urgencias, trabajamos en un plan de adecuación de este servicio, y tenemos que seguir mejorando en todo el rendimiento del hospital y en darle toda la potencia a la oncología radioterápica para que estemos situados en el primer nivel de atención. Un hospital es una organización viva, hay servicios que tienen que cambiar y adaptarse a las necesidades que tiene la población en cada momento.

-Los cacereños siempre nos comparamos con Badajoz. ¿Con este hospital las dos ciudades están al mismo nivel en recursos sanitarios?

-Aquí hay servicios de referencia regional y provincial, como en Badajoz. No creo que haya que hacer comparaciones solo por el hecho de parecernos a Badajoz. Tenemos que pensar siempre en que, cuando se diseña un hospital, se planifica para las necesidades de salud que tiene la población y lo que tiene que entender la ciudadanía cacereña es que esa planificación se ha hecho pensando en todo momento en las necesidades de la población cacereña. En este momento este hospital es más avanzado tecnológicamente que cualquiera de los hospitales del complejo hospitalario universitario de Badajoz.

-¿Qué ocurre con Cirugía Vascular?

-Estaba dotado con cuatro profesionales que de forma paulatina se han ido dando de baja, lo que ha hecho que tengamos una inestabilidad de la plantilla que no aporta toda la seguridad necesaria para los pacientes. Esa volatilidad no nos permitía planificar de forma adecuada el trabajo en consultas, en realización de pruebas y en la cirugía. Si me ponen en una balanza qué tengo que elegir, entre seguridad o mantener servicios, siempre elegiré seguridad. Y para que el paciente esté mejor atendido hay que hacer un servicio de Cirugía Vascular de referencia regional para que se atiendan con seguridad a los pacientes cacereños que necesiten una intervención quirúrgica, una consulta o una prueba diagnóstica, así se hará porque seremos honestos con los pacientes. Ahora lo que hay que conseguir es que los servicios que reciban los cacereños en el área de la Cirugía Vascular sean de primer nivel.

-¿No hay que tener miedo a que se nos derive a Badajoz?

-Hay que tener menos miedo a desplazarse a Badajoz que a que, por culpa de no tener unas plantillas estables, pueda tener que reprogramarse una intervención quirúrgica o una consulta. Eso me da más miedo que el miedo a un desplazamiento a Badajoz.

-El nuevo hospital también tuvo problemas con las operaciones de traumatología pediátrica, a los niños se les derivaba a Badajoz para ser intervenidos. ¿Se ha solucionado?

-Es pasado. Con un exceso de celo por parte de los profesionales, a los cuales les agradezco que velen siempre por el interés del paciente, ellos decidieron que tenían que estar seguros a la hora de intervenir a los niños que necesitaban una cirugía ortopédica o traumatológica. Ese protocolo ya está hecho pero, mientras se preparaba, se decidió en ese momento que lo más seguro para esos niños era derivarlos a otros servicios. Es agua pasada. Ahora el objetivo es dotar a este hospital de urgencias pediátricas que estén atendidas por un pediatra, lo que le va a dar mucha seguridad a los padres.

-¿En qué situación se encuentra ahora mismo el hospital?

- Ahora estamos en la fase de consolidación, que nos va a llevar a aprovechar mucho mejor los espacios quirúrgicos. Ese cierto retraso que ha habido en los momentos de traslado y que ocurre en toda la historia de los traslados de un hospital, estoy seguro que somos capaces de recuperarlo, ya lo demuestran los primeros indicadores de listas de espera en el segundo semestre del año 2019.

-¿Qué datos de actividad ha arrojado este primer año?

-Son unas cifras muy buenas. De este hospital destaco, sobre todo, que tiene una estancia media muy baja, eso significa que es un hospital muy resolutivo. Tener una estancia media de 3,03 días debe ser de un orgullo para los pacientes muy importante. Se han hecho más de 87.500 consultas externas, más de 6.000 intervenciones quirúrgicas, más de 7.000 consultas de enfermería o más de 122.000 pruebas diagnósticos terapéuticas que nos han permitido diagnosticar determinados procesos de salud. También 71.000 urgencias, con una frecuencia de 41 al día, de media.