Casi ocho meses después de que se iniciasen las obras, la calle Alzapiernas ya tiene lista la estructura para que las escaleras mecánicas puedan llegar hoy por fin a su destino. El Ayuntamiento de Cáceres anunció ayer que esta misma mañana se practicarán cortes de tráfico en Parras y aledaños para proceder a la colocación de las escaleras. Se prevé que los trabajos comiencen a las 8.00 y finalicen a las 13.30. En los días posteriores se irá rematando la estructura y la calle para cumplir con el fin de la obra, que el consistorio sitúa en la primera semana de septiembre, fecha que ayer volvió a confirmar. «La empresa no ha comunicado al ayuntamiento ningún cambio ni ha pedido prórroga», fue la respuesta del Gobierno local a preguntas de este diario.

Las obras arrancaron el 28 de enero en esta céntrica calle por la que pasan 900.000 personas cada año, al ser el principal acceso desde Galarza al casco histórico. El objetivo: instalar unas escaleras mecánicas en el tramo más ancho para aliviar los 6,5 metros de desnivel con una pendiente media del 23%. Habrá además una escalera convencional y una rampa, todo ello adjudicado a la empresa GC 10 Gestión y Obras por 342.000 euros (fondos europeos del programa DUSI). El proyecto fue rechazado desde la Agrupación Vecinal y desde algunos colectivos de personas con discapacidad al entender que se vetaba el acceso a ciudadanos con movilidad reducida, pese a que se incluían alternativas por las calles Sánchez Varona y Zurbarán, con reformas incluidas, que tampoco gustaron.

A esta polémica inicial se unió la dilatación de las obras, que preveían estar listas en tres meses, antes de Semana Santa, pero se paralizaron en distintas ocasiones. La primera a los dos días de empezar por la aparición de una canalización antigua, otra más por un hallazgo similar. Vista la demora, los trabajos se suspendieron en Semana Santa hasta junio para que los negocios de la zona, muy indignados, no sufrieran más perdidas durante las procesiones, el Womad y el espléndido mes de mayo cacereño, hasta pasadas las ferias.

CAMBIOS DE TRÁFICO / Retomados los trabajos, hoy se procederá por fin a la instalación de las escaleras mecánicas. Esta actuación obligará a cortar por enésima vez la calle Parras y a cambiar el tráfico de toda la zona, pero al menos se atisba el final de las obras. El Ayuntamiento de Cáceres divulgó ayer una nota para informar de las alternativas a la circulación que se aplicarán durante toda la mañana de hoy.

Así, no se podrá acceder al párking ni a la plaza de Obispo Galarza directamente desde la avenida de España ni desde la plaza Marrón, sino a través de la plaza de Italia, y la entrada al párking se realizará por su acceso superior. En la calle San Antón sólo se permitirá el paso a los vehículos de reparto de mercancías, para utilizar la carga y descarga situada junto al Gran Teatro. Asimismo, en la calle Parras se invertirá el sentido de circulación, haciendo posible el tráfico desde la calle Busquet hasta San Antón (se corta el tramo desde Busquet a Galarza). Respecto a Clavellinas, también se invertirá el sentido de circulación permitiendo la bajada desde San Antón a plaza Marrón.

Los accesos a los hoteles Ágora y Alfonso IX se harán desde Ceres y Busquet, y la salida se practicará por Parras dirección San Antón, Clavellinas y plaza Marrón. Los clientes del Hotel NH podrán llegar hasta Obispo Galarza dando la vuelta por avenida de España, Sánchez Herrero (Hacienda), Alfonso IX, Reyes Católicos y García Holguín.

Los empresarios cuyos negocios se han visto afectados por estas largas obras de Alzapiernas no se mostraban ayer expectantes con la llegada y colocación de las escaleras mecánicas. Tras meses en los que se ha agotado su paciencia, con pérdidas que les han obligado incluso a regular sus plantillas, «solo queremos que esto termine cuanto antes y no lo vamos a creer hasta que no lo veamos. Han dicho tantas cosas que ya desconfiamos», indica Santiago Guerra desde la Tapería Los Ibéricos.

«Necesitamos que terminen» / Es cierto que durante los últimos días ha aumentado el número de obreros. «Han pasado de dos a cuatro», ironizan los negocios del entorno. «Pero hasta que no acaben las obras y veamos a los peatones pasar por Alzapiernas, no nos creeremos nada. Ya estamos asfixiados, un día más o menos no nos lleva a ningún lado, lo que necesitamos es que rematen, terminen y dejen Alzapiernas libre para el público», subraya Inés Márquez, de Embutidos Los Ibéricos.

«En realidad estamos todos cansados y enfermos con las escaleras de Alzapiernas, ya no sabemos ni qué decir, llevan ocho meses para una obra de una calle de 30 metros que podría haberse hecho en solo uno con organización y personal suficiente. Tenemos ganas de que abran», declaró ayer Diego Bravo, propietario de los tradicionales Retales Manolo.