Quienes se desplazaron ayer al Auditorio del Complejo San Francisco vivieron en primera persona que la universalidad del flamenco no es un concepto hueco. El cantaor Masanobu Takimoto, El Cartero de Osaka , y la bailaora Naoko Kageyama fueron los encargados de demostrarlo con un cartel en el que también había representante local: Pedro Peralta. Unas 300 personas rozaron el lleno.

La noche arrancó con las guitarras de Perico de la Paula, Francisco Pinto y Juan Manuel Moreno por jaleos, que enseguida dieron paso a Pedro Peralta, acompañado a los bastones por los tres anteriores y por José Moreno El Cano y Paulo Molina. Tal y como explicó Juan Bazaga, nuevo director artístico del festival en la presentación del cantante cacereño, la actuación quiso ser un recuerdo especial a los Verdinos de Mérida.

ORIENTE Tras Peralta llegó el turno de El Cartero de Osaka , que fue presentado por un compatriota suyo corresponsal de la revista Paseo Flamenco , que tiene en Japón una tirada de 15.000 ejemplares. Estuvo acompañado a la guitarra por Eizo Tawara. Tangos, malagueñas, soleás, fandangos y siguiriyas con acento japonés. Peralta ocupó de nuevo el escenario para interpretar tangos extremeños y dar paso a Naoko Kageyama, una auténtica sorpresa que puso la guinda a la noche con su baile.