Javier Rebollo quiere ser como Rafael Nadal. Sólo tiene seis años, pero ya sueña con ser una estrella del tenis. Antes su ídolo era Carlos Moyá, pero desde el pasado domingo lo ha sustituido por el joven ganador de Roland Garros. Javier ha sido uno de los alumnos de la escuela municipal de tenis. Como él, otros 3.000 niños han tratado de imitar a sus ídolos del deporte en las clases que durante ocho meses han impartido las 27 escuelas deportivas del ayuntamiento.

Una fiesta, a la que asistió el alcalde entre otras autoridades, clausuró ayer el curso en el pabellón polideportivo municipal. Talleres, guiñol --dedicado al Quijote --, gorgoritos, regalos y actuaciones pusieron el punto y final a ocho meses de clases con una celebración calurosa protagonizada por los abanicos que regaló la concejalía.

Diez años han cumplido ya las escuelas deportivas, en las que se han impartido 30.000 clases. El próximo año se prevén como novedades el bádminton, ajedrez y aeromodelismo. "Se trata de que los niños lleguen a la edad física completa --en torno a los 16 años-- habiendo practicado un abanico de deportes, al menos 8, que haga de ellos unos atletas y luego decidan con cuál se quedan", explicó Francisco José Cañamero, uno de los técnicos y directivo de las escuelas. La mayoría ya han decidido: quieren ser como Raúl, Beckham o el recién llegado al olimpo, Nadal.