El Gran Teatro registró ayer un lleno casi absoluto --460 espectadores-- en el estreno de La Viuda Alegre , la famosa opereta de Franz Lehár, a cargo de la Compañía Lírica Extremeña, dirigida por Paquita García. Con la participación estelar de la soprano Alina Sánchez, el espectáculo reunió en la bombonera a solistas, coro, ballet y orquesta con el objetivo de mostrar un nuevo proyecto que coincide con el centenario de la obra de Lehár.

La formación artística extremeña ha logrado recuperar la opereta en una apuesta por la comedia musical, en la que ya cuenta con proyectos que han sido bien acogidos por el público. La Viuda Alegre se representó por primera vez en el Theater an der Wien de Austria. Su autor pretendió hacer de ella una denuncia de la sociedad de su tiempo y una crítica velada al estado balcánico de Montenegro. cuyo nombre tuvo que reemplazar para poder ser estrenada.

Ambientada en un tiempo de valses, polkas, mazurcas, cancanes y galops que, con aires folclóricos montenegrinos, configuran una pieza teatral llena de encanto que ayer pudo ser disfrutada por los espectadores cacereños. La protagonista encarnada por Alina Sánchez ocupa un lugar destacado entre las famosas heroínas que ha dado el teatro en un texto que ha sido traducido ya a 25 lenguas con un clima de alta comedia, elegante y divertido para el público.