La intensa lluvia caída ayer sobre la capital cacereña obligó a abrir de nuevo las compuertas del pantano del Guadiloba, que al cierre de esta edición continuaba desembalsando agua. El aguacero que cayó desde primera hora de la mañana, con gran intensidad entre las 11.00 y las 13.00 horas, colapsó la jefatura de policía local, que en menos de dos horas recibió más de una veintena de llamadas solicitando colaboración por inundaciones.

Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) entre las 11.00 y las 12.00 se recogieron 16,2 litros por metro cuadrado y a las 17.30 horas habían caído 37,8 litros por metro cuadrado. Debido al aguacero Acciona Agua, empresa encargada del abastecimiento en la ciudad, se vio obligada a abrir durante dos horas tres compuertas del pantano del Guadiloba, del que se abastecen Cáceres capital, Malpartida y Sierra de Fuentes. A las 11.30 horas se abrió la primera, a mediodía la segunda y a las 15.45 la última --ésta se cerró a las 17.45 horas--. Al cierre de esta edición continuaba activo el aliviadero lateral con la previsión de dejar el pantano al 85% de su capacidad. Según los datos aportados por Acciona, hacia las 18.00 horas se habían liberado 2,5 hectómetros cúbicos de agua. El de ayer fue el tercero en una semana del pantano. En los dos desembalses anteriores se liberaron dos hectómetros de agua. No se descarta abrir de nuevo los aliviaderos este fin de semana.

ACTUACIONES El jueves fue el viento, que provocó el desprendimiento de carteles, persianas, marquesinas, vallas, cornisas y contenedores de basura. Ayer la lluvia. Efectivos policiales acompañaron a bomberos, Acciona y Conyser durante toda la mañana para solucionar los problemas ocasionados por el aguacero en distintos puntos de la ciudad. Según explicaron, la actuación más importante y con mayor riesgo fue en Puente de Vadillo, donde el arroyo del Marco comenzó a desbordarse. El agua anegó también la entrada a Residencial Universidad dificultando el acceso a la barriada. Los vecinos dieron la voz de alarma desde primera hora y alertaban al resto de los residentes de que era necesario utilizar "balsas" para entrar en el residencial cacereño.

El presidente del colectivo vecinal, Luis Fernando Figueroa, informó a este diario de que el exceso de agua que cubría la vía de entrada era peligroso para el tráfico, sobre todo por los baches que acumula y el mal estado en el que se encuentra: "Queremos hacer un informe. El camino está mal, si se inunda la carretera no te das cuenta de los baches y es peligroso", dijo el responsable del barrio, quien pidió a diputación, propietaria del acceso, una solución. Vadillo y el Marco fueron los puntos más conflictivos. La policía temía el desborde del arroyo y que comenzara a correr el agua por San Francisco.

Policía y bomberos actuaron también en una inundación en la calle Germán Sellers de Paz, en Aldea Moret, una de las vías que más problemas presenta cuando llueve,

porque los sumideros se atascan y llegan a formarse importantes balsas de agua. Por su parte, Acciona y Conyser, en colaboración también con policía local, tuvieron que achicar agua en el polígono industrial Capellanías, justo detrás de la calle Molineros, donde los contenedores flotaban calle abajo por la cantidad de agua acumulada, que alcanzó el interior de las naves cercanas.

También atendieron incidentes por el aguacero en avenida de la Hispanidad, calle Túnez, campus universitario (frente a Empresariales), Puente Vadillo y estación de autobuses. En todas ellas fue necesario el arreglo de arquetas que no daban abasto por la cantidad de agua caída.

En plaza de Italia la lluvia anegó la sede de la asociación vecinal, que tuvo que ser cerrada al público durante toda la mañana. Al parecer, el mal estado en el que se encuentra la casa situada justo encima de la sede, de propiedad municipal, provocó filtraciones de agua en el salón principal, la cocina y otra de las dependencias de la sede. El agua caía por los fluorescentes del techo.

DESALOJO Según explicó Isidro Timón, que regenta el bar, fue necesario el desalojo de los vecinos que se encontraban en su interior por temor a que se desprendieran los falsos techos de la sede. "Estaba lleno el bar. La gente estaba echando la partida como todas las mañanas y de repente ha empezado a caer agua por el techo. Hemos tenido que echarlos y desconectar la luz. El agua caía por los agujeros de las lámparas y era peligroso", explicó Timón, quien se quejó de que tras varios años demandando una solución para la vivienda abandonada, aún no se haya tomado "ninguna".

Hace unos meses fue necesario apuntalar parte de la casa para evitar que se desprendiese el tejado. Técnicos municipales acudieron ayer a examinarla: "Toda la casa es una balsa de agua", explicó Isidro Timón, quien los acompañó. Le han dejado una copia de la llave para que acceda en el caso de que las lluvias continúen y haya nuevas filtraciones. La previsión de precipitaciones, según la Aemet, es del 100% para hoy y para mañana.