De gira con su nuevo disco, la banda vallisoletana para hoy en la sala Barroco (23 h.) en un concierto para no perderse

--¿Cómo les va en la carretera?

--Se lleva como se puede. Vamos haciendo callo. Estamos todo el día sumando kilómetros. Que el disco esté funcionando hace que todo se lleve mejor todavía.

--¿A qué suena el nuevo disco, de largo título en inglés?

--Queríamos recuperar algunas canciones que se habían quedado fuera de discos anteriores, no porque fuesen descartes sino porque no entraban por concepto. Hemos grabado lo nuevo intentando tirar de todo lo que hemos aprendiendo en los últimos años.

--¿Imaginó que crecerían hasta llegar donde están ahora?

--Es todo muy espontáneo, va saliendo... Es cierto que no había nada planeado. Lo nuestro fue algo que fue surgiendo.

--¿Hacer música en estos tiempos es una heroicidad?

--Seguro que hay cosas más heroicas. Si te gusta lo que haces, es un placer y eso no quita para que el camino pueda ser duro. Nos sentimos afortunados, somos muy felices pero, al mismo tiempo, no todo es jauja.

--Pero al final parece que los directos mandan...

--Tampoco tiene por qué. A los discos no se les da la importancia de antes. Nosotros vivimos del directo, no de los discos.

--¿Volverán los Corizonas, esa estupenda banda que formaron con los Coronas?

--Ahora nos vamos a México de gira. Tocaremos en el Vive Latino. En España sí que habrá alguna actuación esporádica.