El novillero cacereño Emilio de Justo cortó dos orejas y fue el triunfador de la novillada picada celebrada el pasado sábado en la plaza de Guadarrama, donde salió por la puerta grande. Alternaba con Antonio Nazaré, vuelta al ruedo y silencio; y David Esteve, ovación y silencio.

Era el segundo festejo de su feria de novilladas y se corrían utreros salmantinos de Valdefresno, "de bonitas hechuras y con la cara y trapío habituales de los cosos de la sierra madrileña"; y un sobrero, el quinto, de Hermanos González, que dieron un juego desigual.

De Justo estuvo "aseado" con su primero, al que mató de pinchazo y estocada. El novillo tardó en doblar y el torero dio la vuelta al ruedo. En el cuarto de la tarde, premiado con la vuelta al anillo, se produjo la magia del buen toreo. Mató de una estocada y el buen novillo rodó sin puntilla. Se desató el delirio en los tendidos y el presidente concedió las dos orejas, negando el rabo que el público pedía.

Este éxito le coloca como firme aspirante a ser el triunfador del ciclo, compuesto de cuatro novilladas, cuyo premio es la inclusión en el cartel del festival a celebrar mañana miércoles, día cuatro de octubre, alternando con cinco figuras del escalafón superior: Encabo, Ferrera, Abellán, Tejela y Gallo.

Emilio de Justo termina la temporada como novillero cuajado, que ha depurado su técnica y desarrolla un toreo clásico de gran calidad.