El policía local de Plasencia acusado de avisar de los controles a los cabecillas de un clan dedicado al tráfico de drogas se defiende en el juicio diciendo que solo les avisó de un control de tráfico «para que su hijo tuviera cuidado». Declaró ayer en la Audiencia Provincial de Cáceres, en la tercera jornada del juicio en el que están imputadas 30 personas. Hay mensajes de móvil en los que dice a la mujer de uno de los jefes de la banda que tiene que hablar con su marido «urgente» porque «su libertad puede peligrar». Asegura que le advirtió porque había visto a su esposo acompañado de una persona «que no tenía buena reputación».

En su declaración se desvinculó del clan familiar y aseguró que solo conocía a tres de ellos (padre, madre e hijo) por su trabajo como policía. «Son personas notorias dentro de su comunidad y conocidos a nivel policial», señaló a preguntas de la fiscal. Negó asimismo que les diera chivatazos a cambio de droga. «No he recibido ni solicitado droga a nadie porque ni era ni soy consumidor», advirtió a la sala. En su casa y en la taquilla de la jefatura se encontraron envoltorios de cocaína pero dijo que procedían de la droga que incautaban en los controles que hacían en los colegios: «Cuando hacemos un cacheo y lo requisamos por no tirarlo allí me lo meto en el bolsillo y me los llevo a casa, muchas veces se me olvida tirarlos», señaló. El Ministerio Público solicita para él cinco años de prisión y doce de inhabilitación.

Además de él ayer declararon los últimos nueve acusados (hay 30 en total, casi todos miembros de la misma familia). Todos negaron cualquier participación con la banda ni su vinculación con el tráfico de drogas. De ellos solo dos accedieron a responder a las preguntas del fiscal. El juicio continuará hasta el 8 de abril.