A sus 38 años, su profesión de farmacéutica en Aldea Moret no le deja mucho tiempo para dedicarse a sus aficiones. Sin embargo, la acción social siempre está presente. Lleva once años en el club Rotary, pero ha estado vinculada a él prácticamente toda su vida. Su padre fundó la institución en 1987 y gracias a él aprendió esta labor humanitaria. Desde hace unas semanas asume el cargo de presidenta de la fundación, la primera mujer que lo hace en la región. Y, a pesar de que su padre ya no vive, ella está segura que su legado quedará plasmado durante su mandato.

--¿Cómo ha asumido este nuevo reto?

--Es un gran reto de mucha responsabilidad. Rotary es una asociación a nivel internacional y eso supone estar a la altura. El listón de los presidentes anteriores es muy alto, pero intentaré mantener y mejorar, si es posible, lo que han hecho ellos.

--¿Afecta la crisis a los rotarios?

--Sí. El pueblo extremeño es solidario, pero las necesidades sociales han aumentado mucho y eso se puede ver en cualquier comedor social. Nosotros lo hemos notado en la operación patata, porque hemos tenido que dividirla para poder hacerla llegar a más centros.

--Entra en un momento difícil, ¿tiene algún proyecto?

--Quiero mantener la operación patata para ayudar a los 42 puntos asistenciales que tenemos. Pretendo potenciar las becas para la juventud y la formación de pequeños líderes a nivel internacional. Lo haremos a través de becas e intercambios, además de con la petición de subvenciones al Rotary internacional. Queremos además darnos a conocer en las redes sociales como Facebook y a través de una web que vamos a abrir. Ahora se puede entrar en www.rotaryspain.org .

--Conoció Rotary por su padre...

--Mi padre fue el fundador del club en 1987. He mamado Rotary desde su nacimiento.

-- Es la primera presidenta del club en Extremadura. Eso es un paso hacia adelante...

--La labor ha sido marcada por los hombres. Nuestra incorporación ha sido un aliento diferente.

--¿En qué consiste ese sentimiento rotario?

--Busca dentro de ti para abrazar a la humanidad, ese es nuestro lema. Nosotros sacamos tiempo de donde no lo tenemos, porque económicamente no nos supone nada, pero nos partimos la cara por las acciones sociales y por poder ayudar a los demás.

--¿Cómo abrazará usted a la humanidad?

--Abrazándonos a nosotros mismos y a nuestras familias. Hay que mirar a los que tienen problemas. Puedes tener un proyecto maravilloso en el tercer mundo, pero si la necesidad está al lado de casa, nuestro deber es ayudarles a ellos primero.

--¿Ese interés por la labor social le viene de herencia?

--Mi padre era un gran trabajador, un gran padre enamorado de su familia y una persona muy humana y muy cercana, muy de la calle; igual que mi madre.

--¿Le hubiera gustado que le hubiera visto su padre durante su nombramiento?

--(Emocionada). Si mi padre me hubiera visto estoy segura de que hubiera sido muy feliz.