NACIO EN MADRID, 1967

TRAYECTORIA PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD ANTONIO DE NEBRIJA. AUTORA DE ´LENGUAS MUERTAS´, ´ANIMALES DOMESTICOS´, ´SUSANA Y LOS VIEJOS´ Y ´LA LECCION DE ANATOMIA´.

PREMIOS FINALISTA DEL NADAL EN 2006, OJO CRITICO DE NARRATIVA Y EL VARGAS LLOSA DE RELATOS 2006

--Acumula varios premios literarios y ahora este periodístico. ¿Se acostumbra uno a ellos? ¿Para qué valen?

--Nunca te acostumbras y son una gran alegría porque es un reconocimiento a tu trabajo, pero sirven relativamente. Mi experiencia es que dan apariencia de que tienes mucho camino ganado y no es así. La carrera literaria es un ejercicio de persistencia.

--¿Cuántas veces ha visitado Cáceres?

--Con ésta serán cuatro.

--¿Qué le hizo llegar hasta aquí?

--Mi madre toda la vida me decía que tenía que conocer Cáceres, que tenía que venir, pero no encontraba el momento. La primera vez acudí con mi marido a un homenaje que ofreció la universidad a Alonso Zamora Vicente y quedé impresionada. La segunda, volví como turista. Y la tercera, como invitada del Aula Literaria José María Valverde.

--¿A qué se debía la insistencia de su madre por esta ciudad?

--Le encantaba. Decía que era uno de los sitios más bonitos de España y tenía la seguridad de que me iba a gustar. Las madres son quienes mejor nos conocen, así es que tenía toda la razón.

--¿Fue una "experiencia apabullante" la primera vez, como dice en su reportaje?

--Completamente. No defraudó nada las expectativas que me había creado y eso que a veces, cuando te hablan de un lugar maravilloso, luego resulta que no es para tanto. Pero era todo lo que me habían contado y más.

--Dice es una ciudad para re-visitarla , para re-conocerla . ¿Qué quiere re-conocer en este cuarto encuentro?

--A las personas. En cada viaje he entablado buenas relaciones y espero que este viaje sea más humano que monumental.

--Elija cuatro lugares imprescindibles de la ciudad.

--El primero sería sin duda el aljibe, después la plaza de los Golfines de Abajo, la iglesia de San Mateo y las callejas fuera de la ciudad monumental, calles comerciales donde te encuentras lugares como La Despensa Cacereña.

--¿Qué sensaciones relaciona con Cáceres?

--Las que tienen que ver con la visión del cielo, sensación de limpieza y nitidez, o el recogimiento que invita a la introspección.

--Su paseo no se detiene tanto en la piedras como en sus historias, en personajes como Isabel de Moctezuma.

--Todas las ciudades son el resultado de las vivencias humanas que se han producido en ellas. Son paisajes vivos que acumulan las voces de la historia y del presente.

--¿Le hubiera gustado vivir en la Edad Media?

--No, prefiero vivir en este siglo. Estoy convencida de que en la Edad Media hubiera sido bruja, inadaptada y analfabeta, y lo último no lo soportaría. No podría vivir sin leer ni escribir.

--¿Es de esas personas que viajan con bolígrafo y cuaderno en la mochila?

--Depende. Cuando era más joven, tomaba muy pocas notas, ahora lo hago más y llevo siempre un cuadernito donde voy escribiendo con una letrita apretada y de pulga. Ya no confío tanto en mi memoria.

--En su opinión, Cáceres tiene méritos para ser capital europea de la cultura. ¿Qué le falta?

--Tiene méritos sobrados, el único inconveniente, que quizás sea una ventaja, es el problema de las comunicaciones (ella no conduce). Todavía tardas más de 4 horas en tren o autobús. Gracias a esto hace que siga siendo un lugar relativamente recóndito, donde uno puede perderse como si fuera un microcosmo particular.