Con el buen tiempo a los clientes les apetece más estar en la calle que en el interior de los bares. No es extraño ver en las puertas de los establecimientos a personas consumiendo, sobre todo desde que no se permite fumar en los locales de ocio. Sin embargo esta práctica está prohibida. Una noche de octubre del año pasado la Policía Local se personó en La Andaluza (en Santa Joaquina de Vedruna) a petición de un vecino que había denunciado porque en la puerta había una docena de personas consumiendo. A su llegada les invitaron a meterse dentro, a lo que accedieron sin problemas y advirtieron al propietario, Jorge Jiménez, de que controlara esta situación. Hace unos días recibió una multa de 500 euros por este hecho. "Nunca pensé que iban a multarme, la policía no me dijo nada, solo habló conmigo", explica indignado. Y añade que cuando en el bar se acumula una gran cantidad de gente es muy complicado controlar que nadie salga.