El secreto del buen cocido está en la paciencia. "Primero se calcula a puñaínos , aunque sea muy grande, y luego se deja cocer cinco horas. Hay que espumarlo, mimarlo y vigilar para que no se abra el garbanzo, aunque hoy día ya ni esperamos a que arranque la olla". Son los consejos de Isabel Gutiérrez, auténtica chef del equipo que prepara el cocido extremeño con el que San Francisco despide sus fiestas cada año. Ayer volvieron a repartirse 150 raciones con su carne, su tocino, su morcilla y su chorizo. Hubo colas y una sensación general de rechupete.

San Francisco tiene una de las celebraciones más tradicionales de Cáceres, tan antiguas como el inicio del movimiento vecinal, hace más de tres décadas. "Aunque el agua nos ha obligado a suspender las atracciones de Conyser y la fiesta infantil del ayuntamiento, todo ha resultado estupendo", explicó ayer el presidente, Juan Burgos, quien aprovechó la presencia de la alcaldesa para solicitarle que la subvención anual se agilice y poder cubrir los costes fijos.

Elena Nevado explicó que los gastos se están justificando a fin de realizar el pago, y animó al movimiento vecinal "a seguir haciendo ciudad como un ejemplo para todos". Subrayó que la labor de dinamización y convivencia que realizan estos colectivos "es muy importante por su generosidad y esfuerzo". "Vamos a seguir apoyándoles, y si existe algún problema nos sentaremos a solucionarlo", matizó.

También acudieron varios miembros del PSOE con su secretario local a la cabeza, Vicente Valle, quien elogió la labor social de las asociaciones vecinales, se interesó por su situación económica y confesó estar pasando "un rato muy agradable".