Cada día deben sortear con los carritos de los niños una acera minada por las cacas de perro que precede el acceso a la guardería La Cometa, en la barriada de Pinilla. Y no siempre lo consiguen. "Es una absoluta falta de civismo e higiene por parte de aquellas personas que lo hacen a sabiendas de que este es un centro en el que hay niños pequeños", se queja Charo Poblador, una de las madres que ayer se concentraron ante las puertas del centro al que cada día acuden sus hijos.

Su queja no radica en la falta de limpieza. "De hecho nos consta que el barrendero pasa en ocasiones más de una vez, y nos dice que está cansado de recoger las heces de los perros". Por eso lo que reclaman al ayuntamiento es que intensifique la vigilancia en la zona y sancione a aquellas personas que utilizan las inmediaciones de la guardería como zona de esparcimiento para sus canes.

A La Cometa, centro dependiente de la Junta de Extremadura, acuden cada día cerca de un centenar de niños de cero a tres años. Todos ellos deben pasar por esa zona, un acerado elevado de más de dos metros de ancho situado en el acceso al centro. Por eso, "si no se hace nada", se plantean solicitar acciones drásticas como "que se valle ese tramo" y también un terreno colindante con el patio en el que juegan los niños, minado igualmente.

Además, "en muchas ocasiones los niños las pisan y son un foco de infección", insiste Poblador. Una circunstancia que corrobora el personal de la guardería. Además advierten que el olor en la zona cuando hace calor "es insoportable". Por eso reclaman que se intervenga cuanto antes.

DOS AÑOS Hace dos años los padres de esta guardería ya reclamaron medidas en la zona (ver la información del 19 de diciembre del 2008), e incluso dirigieron una carta al ayuntamiento reclamando que actuará. El consistorio confirmó ayer que entonces se envió a la Consejería de Igualdad un escrito solicitando el vallado del terreno anexo a la guardería, del que es titular.