El parque canino convertido en efecto ‘boomerang’ porque más que lugar de esparcimiento para los perros se ha convertido en sitio donde los animales realizan sus defecaciones mientras sus dueños no las recogen. De manera que lo que debía ser un sitio idílico tiene visos de convertirse en una pocilga. La situación está creando alarma entre los vecinos, que no terminan de entender la situación y ya ha provocado la reacción de la asociación que los representa, que a principios del pasado mes de agosto presentó un escrito en el Ayuntamiento de Cáceres denunciando el «estado lamentable» en que se encuentra la zona verde. «Pedimos más vigilancia, carteles de señalización advirtiendo de que hay multas si no se recogen los excrementos», explican desde la asociación de vecinos.

El estado del parque canino no es la única queja del colectivo. La otra tiene que ver con el cuadro eléctrico de las pistas deportivas, situado «muy a la altura de los niños, que han quitado el candado después de que no funcionara el temporizador, de manera que ellos mismos abren el cuadro de luz y la encienden manualmente, con el peligro que ello conlleva». La petición de la asociación es que ese cuadro eléctrico se integre en el edificio de las taquillas de las piscinas y que cuando se construya el pabellón previsto se haga un cerramiento perimetral del complejo, que incluya también a las piscinas y a las pistas. «Entendemos que es una alternativa y que haría diminuir el vandalismo», señalan.

Por último, la asociación de vecinos ha solicitado contenedores de vidrio y papel para el barrio. Todas las demandas han sido trasladadas al ayuntamiento a través de escritos que se han presentado en el registro de entrada del consistorio cacereño.