Cuando me enteré, me puse muy contento, era sin duda una buena noticia. Resulta que los 155 miembros de la Asociación de Periodistas de Cáceres habían decidido conceder el premio Pata negra 2016 a la Delegación de Medios de Comunicación de la Diócesis de Coria-Cáceres. Pero lo mejor eran las razones que daban para conceder dicho premio, "por potenciar su gabinete de comunicación y por su disposición a atender a los periodistas en cualquier circunstancia". O sea que, según los periodistas cacereños desde esta Delegación Episcopal se han favorecido los valores de la información que llevan consigo una transparencia sin barreras, ni prejuicios interesados. Bien. Bien. Bien.

Quiero felicitar primero a Don Francisco que es el máximo responsable de la Delegación y después a todo el equipo de la misma con su delegado a la cabeza. Enhorabuena. ¡Ese es el camino!

El premio se ha concedido en una disputada y ganada votación con el Servicio de Bomberos de Cáceres, el Club Baloncesto Cáceres Patrimonio y la Fiscalía de Extremadura. Y el premio Pezuña, que representa todo lo contrario que el Pata negra, ha sido para los grupos políticos de la oposición del ayuntamiento, seguidos de la Universidad de Extremadura y el PSOE provincial. No se trata de sacar pecho, ¡ni muchos menos!, nos queda en la Iglesia de Coria-Cáceres mucho que aprender y que hacer, pero permitidme que destaque y me regodee un poco esta pequeña gran alegría, que por otra parte no son muchas.

¿Por dónde debemos caminar? Nos queda terminar de una vez, con todas esas restricciones mentales de algunos que intentan hacernos creer que todavía hay cosas que no se deben saber, porque si se saben harían daño a la Iglesia, al revés, hacen daño cuando no se saben y cuando no se sacan a la luz. Terminar con todo eso que hace que muchos crean que la Iglesia tiene cosas que ocultar.

Sé que es un trabajo difícil porque te das de bruces con unas prácticas que ha sido cosa bastante común, pero es necesario tolerancia cero ante las mismas. Hay que mostrarse inflexible ante todo lo que signifique oscurantismo, recelos, y formas de actuar que manifiesten intereses no claros. La transparencia tan querida por el papa Francisco, debe comenzar a sentirse en todos los sitios, costará mucho lograrlo, pero premios como este nos indican que vamos en la buena dirección.