La asociación vecinal Llopis Ivorra-Espíritu Santo ha llegado a tener dos sedes propias pero ya no puede utilizar ninguna. El despacho asignado en la Casa de Cultura Rodríguez Moñino también resulta demasiado pequeño y cada vez que programan alguna actividad vecinal deben pedir un espacio a Participación Ciudadana, y esperar que haya un lugar libre en un horario factible. «No podemos seguir así, no queremos más que ningún barrio pero tampoco menos. Necesitamos una sede propia o un espacio en condiciones en la casa de cultura», afirma el presidente, José Antonio Ayuso.

Este peregrinaje vecinal comenzó hace varios años, cuando les impidieron usar la tradicional sede de Llopis por no estar catalogada para tal uso, «cuando hoy la ocupan distintos colectivos», lamenta la directiva. Lo mismo ocurre con la sede del Espíritu Santo. Finalmente les asignaron un despacho en la Casa de Cultura Rodríguez Moñino, donde ni siquiera pueden reunirse los 9 miembros de la directiva por falta de espacio. Desde hace un año tampoco utilizan las instalaciones comunes debido a las obras de remodelación del recinto, que tendrían que haber durado 5 meses, «pero cuando vienen los obreros, solo lo hace uno», denuncian.

El colectivo vecinal, que solicitó estas mejoras, pero que pide más celeridad en las mismas, ha tenido que alterar algunos eventos, entre ellos la II Carrera Solidaria de Maltravieso (16 de febrero), para la que se ha solicitado espacio en el instituto el Al-Qazeres.