Piden una pena de cárcel para una enfermera por acceder al historial clínico de un médico anestesista del Servicio Extremeño de Salud (SES), sin su permiso. Es el padre de sus dos nietos y, tal y como reconoció la propia acusada en el juicio que tuvo lugar ayer en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Cáceres, ella accedió a estos documentos para comprobar si él tenía los problemas de drogadicción que le habían contado. La hija de la acusada y éste estaban ya separados y ella tenía miedo de que, cuando el padre se llevaba a sus nietos, este pudiera estar bajo los efectos de las drogas. Fruto de esto también investigó la historia médica de la actual mujer del médico, también anestesista en el SES.

«En esta región el sistema sanitario es muy pequeño. En verano del 2011 nos llegaron noticias de que este señor tenía adicciones. Me llamó una compañera y me dijo que cuando él estaba de guardia faltaban estupefacientes», aseguró ayer la acusada, que advirtió que su hija desconocía que había investigado el historial del padre de sus hijos.

La pareja está separada desde 2010. La custodia de los niños la posee la madre, pero su padre tiene concedido un régimen de visitas por el que pasa fines de semana alternos con los niños.

EN UN JUICIO / Todo se descubrió en el juicio que se celebró para dictaminar la custodia de los pequeños tras la separación. En dicha vista la abogada de su expareja (hija de la acusada) le preguntó a él sobre si el servicio de salud mental le había derivado al Centro de Drogodependencia de Extremadura. Esto dato, asegura el demandante, solo lo pudo conocer accediendo a su historial. «Todo esto nos ha generado daños. Cuando una persona descubre que han entrado más de cien veces en su historial clínico donde, además de las visitas a los médicos, hay cosas muy personales, le da miedo», señaló el denunciante. Él reconoció ayer en el jucio que tuvo adicciones. Según explicó estuvo en tratamiento entre 2005 y 2007 y en 2011 tuvo una recaída. En 2012 ingresó en un programa de desintoxicación en Barcelona. Está recuperado.

Las penas / El Ministerio Fiscal y la defensa, representada por el letrado Emilio Cortés, piden para la enfermera una pena de un año de prisión, cuatro de inhabilitación y una multa de 1.080 euros por un delito de descubrimiento de secretos. Ambas partes consideran que accedió a documentos privados sin permiso, pero no que revelara el contenido de los mismos. El Fiscal cree que lo hizo «no por causar un daño, sino por el temor que tenía hacia sus nietos». La acusación particular, representada por José Duarte, considera que esta información privada ella la utilizó contra el médico en otros asuntos judiciales que su hija y él tenían. Le acusa de dos delitos continuados de descubrimiento y revelación de secretos, por acceder a los historiales del demandante y de su mujer. Así pide diez años de prisión (cinco por cada delito), doce de inhabilitación y una indemnización de 30.000 euros.

Al final de la vista, la acusada quiso tomar la palabra. «Esto puede volver a pasar porque mis niños están desprotegidos. ¿Qué hacemos?, ¿dónde vamos?, ¿quién les protege a ellos? A mí esto no se me ha quitado. Yo no busco que mis niños no se vayan con él sino que él esté bien», dijo la acusada al tribunal.