Nació a instancias del consistorio y fue bautizado por los vecinos como monumento a la basura , pero no ha tenido más de año y medio de vida. Ayer, para alegría de muchos, el ayuntamiento ordenaba definitivamente la demolición de una rotonda que albergaba los contenedores de basura y que se construyó en la calle San Ildefonso, una de las entradas de la ciudad monumental desde San Francisco.

Fueron muchos los vecinos que en diciembre del año 2002 protestaron por la decisión municipal de realizar esta obra, que calificaron de antiestética. Ayer, el concejal de Infraestructuras, Joaquín Rumbo, reconoció que la decisión no fue acertada y que informes técnicos de la policía local han aconsejado su supresión. La razón fundamental de esta medida han sido los problemas de tráfico que, al parecer, la rotonda ha ocasionado.

En este sentido, Rumbo comentó que las plazas de aparcamiento que se han dispuesto en la zona y la existencia del monumento a la basura entorpecían la circulación, puesto que "dificultaba el paso de los vehículos", insistió el edil. "Hemos reconocido que estaba mal y que tampoco gustaba a los vecinos", reiteró.

El responsable municipal recordó que siempre había existido un contenedor de basura en el centro de esa calle, pero que se pensó en hacer esta rotonda para mejorar el tráfico y para ubicar el mobiliario urbano, al que "se camufló" colocando unos setos. "A mí no me parecía que quedase mal, pero no gustaba y no ha funcionado", señaló.

LA REACCION Ayer, en el barrio no se hablaba de otra cosa. Comerciantes y vecinos comentaban la actuación. Para muchos de ellos, el ayuntamiento debería haber meditado este proyecto, "que pagaron los contribuyentes y que no ha servido de nada", sentenciaba un empresario. Ahora el nivel de la calle se igualará y se buscará otra ubicación a los contenedores.