Un proyecto para la construcción de un centro intercultural e interreligioso en el antiguo molino de aceite de la ribera del Marco ha obtenido el segundo premio Dragados, convocado en su XXIV edición por la fundación de esta constructora y la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla.

Rubén María Jiménez, autor y natural de Casar de Cáceres, ha concebido su proyecto fin de carrera como "un espacio común de las culturas y religiones, donde se den a conocer y conozcan, conociéndose piensen, pensando dialoguen y dialogando convivan". Este universitario propone también que la iniciativa se incorpore como baza de la candidatura a la capitalidad cultural europea del 2016 "como una propuesta original y moderna desde el ámbito argumentativo y significativa e identificativa desde el arquitectónico".

Asimismo, expone que tomar a la capital cacereña como referente para este proyecto radica en las huellas de su arquitectura "como testigo de la convivencia entre culturas y religiones en su pasado". Fundados hace 23 años, los premios Dragados cuentan con un jurado presidido por el director de la escuela de Arquitectura, Jaime Navarro, además de profesores pertenecientes a diversos departamentos de este centro; el director general de Arquitectura y Vivienda de la Junta de Andalucía, Rafael Pavón; el delegado de Edificación de Dragados, José María Bernad, y el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía Occidental, Angel Díaz del Río.