El portavoz del gobierno, Andrés Licerán, confirmó ayer que se está negociando el presupuesto de 2020 con Unidas Podemos (UP) en base a acuerdos para la legislatura. Sobre la mesa hay cuestiones como la política social, de eficiencia energética, movilidad urbana, vivienda o medioambiental, explicó ayer la portavoz de UP, Consuelo López, lo que se pretende es un viraje «hacia políticas de izquierda y de defensa de lo público», añadió. Las negociaciones siguen abiertas, desde UP se ha pedido al gobierno cambios en partidas, pero es el primer paso para sumar votos para la aprobación del presupuesto.

Licerán comentó ayer que con este acercamiento a UP no solo se está negociando un compromiso puntual para el presupuesto de 2020, sino «un acuerdo político de gestión y de estabilidad a lo largo de toda la legislatura». López precisó que lo que se está abordando ahora es el apoyo a las cuentas de 2020 pero sujeto a decisiones que deben desarrollarse a lo largo de la legislatura.

PSOE y UP están abordando las reglas del juego para la colaboración entre ambas formaciones durante el mandato que se prolongará hasta 2023. El gobierno, en minoría, necesita el apoyo de otros grupos y en este marco se encuadran los contactos entre ambas formaciones aprovechando que se tiene que abordar la aprobación del presupuesto.

Si al final PSOE y UP hablan el mismo idioma hasta 2023, el gobierno socialista de Luis Salaya necesitará al menos otro voto para tener mayoría absoluta y poder aprobar normas como los presupuestos. Ese voto no lo va a tener en el PP, su potavoz, Rafael Mateos, calificó el jueves el borrador de presupuestos de 2020 como «los peores de los últimos veinte años», por lo que el gobierno lo tendrá que buscar en los concejales no adscritos o en Ciudadanos.

Licerán aseguró ayer que del acuerdo con UP podría salir «un buen modelo de un Cáceres progresitas y sostenible» y que siempre se tendrá más estabilidad con decisiones que apoyen doce concejales -los nueve del PSOE y los tres de UP- y no solo nueve.

REVISIÓN DE LA FISCALIDAD / Uno de los puntos del acuerdo sería una revisión de la fiscalidad municipal para incrementar los ingresos corrientes de la corporación local y contar con financiación para las políticas que se acuerden sin tener que recurrir al endeudamiento con operaciones de crédito. El portavoz comentó que habrá una revisión de la fiscalidad, pero sin avanzar medidas, «estamos en la negociación», una de las medidas planteadas por UP es una revisión catastral dada que la última ponencia de valores es de 1994. Pero ayer ni Licerán ni López dieron detalles porque primero serán los acuerdos políticos que se alcancen y segundo su financiación.

Licerán evitó ayer polemizar por las declaraciones hechas un día antes por el líder de Extremoduro, Robe Iniesta, que criticó a Salaya por adelantar el anuncio de la actuación del grupo en junio.