Los familiares de la residencia Asistida de Cáceres se quejan por falta de información sobre los residentes. Es el centro de mayores más grande de la ciudad y también el más castigado por la pandemia del coronavirus. Hasta el momento el virus se ha cobrado la vida de once usuarios (según los últimos datos disponibles) y otros 56 se encuentran en aislamiento. También hay 52 trabajadores de baja.

La situación preocupa, y mucho, a los familiares de los residentes que suman esta situación a la incertidumbre de no poder ver a sus allegados. Según explica una de las afectadas, que actúa como portavoz del resto de familiares, el problema es que solo se les comunica el estado de los usuarios que están enfermos, del resto llevan sin saber prácticamente nada desde que se prohibieran las visitas, hace ya más de tres semanas.

Han creado un grupo de Whatsapp en el que están los familiares y la trabajadora social para tener un canal directo de comunicación con la residencia, en cambio se quejan de que la información que se les ofrece no es real: «Cuando fallecen los usuarios no nos lo comunican, no informan de todo», insiste esta afectada, que tiene a su madre, de avanzada edad, en este geriátrico. Eso provoca que los teléfonos de este centro de mayores no paren de sonar en todo el día. Es la única manera que tienen los familiares de preguntar por los suyos, aunque aseguran que casi nunca responden a esas llamadas. «Están desbordados, lo sabemos, pero para nosotros es angustioso. Sabemos que están bien cuidados pero son personas mayores y la situación ahora mismo no es como para no tener noticias», añade.

Solicitan a la Junta que dote a la residencia del material necesario para poder estar en contacto con los residentes, si no diariamente sí cada «dos o tres días». «Que les proporcionen una tablet o un móvil para poder hablar con ellos. Antes llamábamos al teléfono de la planta pero ahora, como hay tanto trabajo, no nos lo cogen», insiste.

PROTEGER A LOS SANOS / Por otro lado, Ciudadanos Cáceres, debido a la situación que viven las residencias de ancianos de la provincia, entre ellas esta de la capital cacereña, propone que se active un protocolo para proteger a los residentes que están sanos que sea aplicable en todos los centros de mayores de la región.

En este sentido la portavoz de la formación naranja en el Ayuntamiento de Cáceres, Raquel Preciados, plantea «sacar de las residencias a las personas no contagiadas por el covid-19 y llevarlas a otros centros para personas mayores de la ciudad, evitando así que convivan dentro del mismo edificio con las personas afectadas por el virus covid-19». Así como implantar «medida de emergencia los test rápidos» y «dotar a todo el personal de asistencia» de las residencias de mayores de Equipos de Protección Individual (EPI). Esto último también lo solicita UGT Extremadura.