Deplorable. Esa es la palabra más utilizada por los vecinos de la calle Palafox, en pleno centro de la ciudad, para describir el estado que presenta actualmente la vía donde residen. La situación fue trasladada a este diario por una vecina, Elena Alfageme, a través del formulario de contacto del que dispone la edición digital del periódico.

Alfageme, que lleva cinco años residiendo en la vía, desnivelada y con una pendiente considerable, denuncia el "fatal" estado de la calle desde hace años, el cual ha provocado perjuicios a varias personas. "Hace años se cayó un anciano y se hizo bastante daño en la cabeza", comentó ayer. Pero no es el único caso. María Rodríguez, una señora mayor que pasa "a menudo" por la calle, sufrió un esguince después de que resbalara perdiendo el equilibrio un día, una lesión que han sufrido otros conocidos suyos.

No obstante, el ayuntamiento parcheó algunos tramos de la vía a finales del pasado verano rellenando los agujeros con cemento. Sin embargo, para Alfageme, lo más peligroso resultan las escaleras, realizadas en granito y muy deterioradas, que tampoco han sufrido reformas, salvo por la colocación de una barandilla en uno de los laterales.

Las señoras que atraviesan la calle cargadas con bolsas o carritos de la compra no despegan la vista del suelo por miedo a sufrir una caída. "La gente mayor se queja muchísimo", indicó Oscar Pérez, que lleva cuatro años viviendo en la calle Palafox y también acusa "la cantidad de suciedad que se junta aquí", añadió.

Por su parte, Cristina Pallarés lleva más de 10 años en su casa y no recuerda ninguna reforma en ésta década. Ni si quiera con respecto al saneamiento, otra de las precariedades. "La red de agua está hecha de pizarra, que parece que estamos en el siglo XVIII. Yo me di cuenta a la hora de hacer una obra. Mi casa tiene un siglo de antigüedad y, probablemente, el saneamiento igual", apuntó.

"Tuvimos un problema con el agua, abrimos y vimos que no hay canalización. No existen tuberías, es como una cuesta hecha con pizarra", añadió Alfageme, que ha entregado varios escritos en el registro del ayuntamiento desde hace dos años sin recibir contestación alguna.

"Cuando yo me vine a vivir aquí, las calles de alrededor, Margallo y Barrio Nuevo, estaban siendo reformadas y dotadas de gas ciudad. Todas menos la nuestra", subrayó Alfageme. En este sentido, los vecinos reclaman que se lleve a cabo una reforma integral en la calle, ya que se trata de una zona en la que residen muchas personas mayores y niños, quienes se llevan la peor parte.