De norte a sur del país sin gobierno, se critican las críticas, se calla a los mudos y se desnudan personajes invisibles. Parece que el cambio climático anida en las “azoteas” o testas de los que empuñan plumas y firman con sangre ajena, pues igualmente lo hacen con nieve en verano que con 40 grados en invierno. Nada parece tener el sentido que el instinto y la experiencia nos mostraba como lógico; agotamos los recursos existentes, apuramos plazos y delegamos responsabilidades en cabeza de turco.

Sigue emitiéndose Gran Hermano, y bajo la magnificencia de un lenguaje sin tapujos, ni educación, ni mesura, crece una generación en peligro de supervivencia. La incertidumbre de emisión de violencia verbal o física alimenta al carroñero que no pierde ojo a la pantalla, mientras sueña en convertirse en ocupante de la televisiva casa o en tronista de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’.

La imprudencia soez gana a la sensatez instruida, alejando al público de la realidad del mundo, y animando a gastar la pensión del abuelo en mensajes telefónicos, participando así en un particular sistema de votos en el que no hay abstención que valga. Quizás el sistema electoral de este nuestro país triunfaría si se plantease como un reality de este tipo: la participación ciudadana aumentaría, y terminaríamos de ver cómo terminan de despellejarse los distintos candidatos. No sería nada diferente a lo que nos enseñan los propios informativos, y el término “en funciones” no formaría parte del guión.

Que cada cual votase a su favorito, riese el chiste del más elocuente, y observase desde casa quién ronca más alto más allá de las Cortes. Pan, circo y lenguaje burdo desde el sofá de casa, ya nos lo vienen ofreciendo desde hace años, esto no sería más que darle un giro actual.

De norte a sur del país sin gobierno, se habla de terceras elecciones y los responsables sólo saben colgarse lazos de colores como piel de cordero en cuerpo de león. Se busca presentador para “Quién quiere casarse con España”, pretendientes tiene, pero parece que ninguno logra convencer.