Los residentes de Urgencias de los dos hospitales de Cáceres denuncian que pasan consulta sin la suficiente supervisión médica. Afirman que, debido a la carga de trabajo que soportan los facultativos titulares a estos les resulta imposible revisar los diagnósticos o resolver todas las dudas que les puedan surgir mientras atienden a un paciente. Creen que, ante esta situación, no existen en estos momentos garantías asistenciales para los enfermos que acuden a los servicios de Urgencias tanto del nuevo hospital como del San Pedro de Alcántara.

El problema se da en las guardias que cubren de lunes a viernes desde las 15.30 horas y los fines de semana todo el día. En las Urgencias generales, es decir, donde se atiende a pacientes adultos, a diario hay dos médicos titulares (uno de ellos dedicado en exclusiva a la zona de observación, con los enfermos más graves) y los fines de semana, tres. Creen que la plantilla asignada no es suficiente para el volumen de pacientes que atienden lo que conlleva que, parte de ese trabajo, tengan que asumirlo ellos. Se ven obligados así a soportar una responsabilidad que no les corresponde.

La situación en las Urgencias de Pediatría empeora. Esas dos consultas, a diario por las tardes y por las noches y los fines de semana todo el día, están atendidas únicamente por residentes, muchas veces en su primer año de formación. Algunos, según explican, incluso sin tener nada de experiencia en niños. «Creemos muy importante que haya un adjunto exclusivo de forma constante en las Urgencias de Pediatría, a veces no tenemos ni dos meses de experiencia y vemos una media de 40 niños al día», protestan los residentes afectados por la situación. Hay que tener en cuenta que el 38% de los pacientes que acuden a Urgencias son menores: «Esa carga la asume solo un residente, es una carga y una responsabilidad muy alta», insisten.

Recuerdan que ellos se encuentran en fase de formación por lo que reclaman recibir esa docencia y tener la supervisión adecuada. Exigen que se ponga en marcha un protocolo que asigne el nivel de responsabilidad y de supervisión que requiere cada residente en función de sus años de experiencia, como ya existe en otros hospitales de España. Además de que se implante la figura del «adjunto consultor»; es decir, un médico titular que se encarga únicamente de revisar a los pacientes que los residentes atienden y de controlar y ayudar en los diagnósticos. «Para que esto se pueda llevar a cabo tiene que haber un número suficiente de adjuntos y que tengan unas condiciones laborales dignas porque ahora hacen más horas de lo habitual», añaden los residentes.

«Tenemos una presión muy grande. Quizá en Pediatría es donde más se nota. Ahora mismo la atención que se presta no es la adecuada», sostienen. De hecho, cuando se han dado situaciones extremas, con ingresos de pacientes pediátricos graves o críticos, han tenido que apoyar los médicos adjuntos del servicio general de Urgencias, ante la falta de un titular en este área. Todo esto conlleva además a que se reciban infinidad de reclamaciones por parte de los enfermos, que tienen que esperar más de lo habitual o que no creen que se les ha prestado la asistencia adecuada.

El problema de la falta de personal se ha intensificado con la apertura del nuevo hospital (donde solo hay dos médicos en Urgencias). Los residentes aseguran que el Servicio Extremeño de Salud (SES) les ha llegado a proponerles sustituir a los facultativos titulares, pero se han negado. Sí se les ha obligado a realizar más guardias de las que debieran, precisamente para suplir bajas o jubilaciones que no se cubren. En ocasiones, después de 24 horas trabajando, no se les respeta su tiempo de descanso, afirman.

Ante esta situación han convocado una huelga indefinida de las guardias de Urgencias a partir del 18 de noviembre, que abandonarán si se corrige. Por su parte el Servicio Extremeño de Salud no se pronunció ayer sobre este asunto.