Al actor y director cacereño Samuel Señas se le nota contento. Estrenó el pasado 6 de septiembre la tercera obra que dirige en Madrid y ya está planeando ampliar fechas. "Ha ido fenomenal. El público está respondiendo muy bien", cuenta este intérprete, con experiencia en teatro y series de televisión, que se formó en la Escuela Superior de Arte Dramático.

A cargo de la compañía Mudanzas y Portes Teatro, Señas lleva la batuta de la obra Amor, ¿y si lo hacemos antes de morir? , una comedia que se representa todos los viernes en la sala Nave 73, cerca del metro de Palos de la Frontera. Con un elenco de cuatro actores, entre los que figura el cacereño Carlos Guardiola, la obra, con guión de Marta Sánchez Guillén y Alvaro Doñate, cuenta la historia de cuatro amigos que se reúnen una tarde e intercambian confesiones que van de lo cómico a lo trágico. "Son una panda de frikis", dice el director que se centra en las relaciones humanas como eje central.

La amistad de Señas y Guardiola fue clave para que el primero asumiera la dirección del montaje que la compañía madrileña define como "una comedia agridulce donde nada es lo que parece y nada termina cómo empieza", un cóctel, añade, "con sorpresas, emociones y muchas risas que no dejará indiferente a nadie".

Con el apoyo de Marta Sánchez, su guionista de confianza, Señas explica que "logró darle una vuelta al texto", iniciando los ensayos en octubre del año pasado hasta que, gracias a la promoción en internet con la web www.mudanzasyportesteatro.tk , comenzaron a llegarles peticiones de salas de teatro.

El contenido

Ilusionado con este nuevo reto, el actor cacereño, que el año pasado cumplió 32 años y que ya lleva más de diez en Madrid, reconoce que el montaje pone a prueba la capacidad que tenemos de decirnos la verdad. "Es un juego que a veces puede ser muy gracioso y otras, muy doloroso". Eso sí, aclara, siempre utilizando un tono de comedia para lograr que el espectador capte el mensaje mientras se ríe. "No me gustan los dramones", afirma el director de esta obra que descubre la otra faceta de Samuel Señas. "Se me conoce más interpretando que dirigiendo", reconoce el cacereño, que en Madrid ha llevado ya el timón del musical de Heidi y de Bajarse al moro , hace tres meses, de la compañía La Quimera Teatro.

Aunque admite que se siente más actor que director, Señas da por buena la experiencia de dirigir a otros compañeros. "Es como meterte a la vez en todos los personajes. Me gusta que se vea bien el trabajo del intérprete, que sepa a lo que está jugando. Me esfuerzo en eso y es muy gratificante", matiza.

Precisamente en este montaje ha tenido que conducir en el escenario a su amigo Carlos Guardiola. "Está fantástico. Interpreta a Hugo, el antagonista. Estoy encantado y nos entendemos muy bien", precisa.

Con otros proyectos entre manos, uno de ellos de microteatro para octubre también en Madrid que compartirá con María Garralón (Julia, la de Verano Azul ), Samuel no para de trabajar. Su inquietud por seguir creciendo le mantiene vivo. Y da igual si lo hace como actor que director. Lo que le importa es el teatro.