Los hortelanos de la Ribera del Marco han vuelto a revivir estos días los hechos ocurridos el 5 de noviembre del 2006. Ese día, un desembalse en el Guadiloba, que tuvo que abrir sus seis compuertas, inundó todas sus propiedades y pudo acabar en tragedia, al ser sorprendido por la corriente uno de los propietarios.

Casi tres años después el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), ha eximido de responsabilidad patrimonial al Ayuntamiento de Cáceres y al Canal de Isabel II, declarando que se actuó de acuerdo al protocolo de emergencia establecido.

En esos días, añade la sentencia, se produjeron fuertes precipitaciones, dándose una situación de emergencia y actuando la presa del Guadiloba "como reguladora", por lo que "los desembalses fueron necesarios para garantizar la estabilidad de la presa y que la catástrofe no fuera mayor".

Los ocho demandantes solicitaban una indemnización de 581.000 euros, ellos insisten en que la policía local "no les avisó" y que eso puso "en riesgo nuestras vidas y la de los animales".

Tres largas horas

Antonio Leal, ocupó esos días portadas de los periódicos, él estuvo durante tres horas agarrado a una puerta para que no se le llevase la corriente del agua, dice que fueron "las tres horas más largas de mi vida y nunca las olvidaré".

Ahora comenta que se levanta todos los días con una "alegría enorme porque estoy vivo", pero al conocer la sentencia siente "impotencia", y señala "el pez grande se come al chico", refiriéndose a que en su opinión la sentencia "no es justa" y que sienta precedente "ahora podrán hacer lo que quieran y dirán que es una catástrofe natural", indica Leal.

Momentos de pánico

Ese día tampoco se le olvidará a Josefa López que tiene la huerta por debajo de la de Leal, cuenta que un vecino les avisó del desembalse y fueron a la zona a salvar a algunos de sus animales. Su marido fue arrastrado por el agua pero sus hijos pudieron salvarle "es muy duro ver como tu marido pide ayuda", indica López, asegurando que pasó momentos de pánico.

Tanto ella como Antonio Leal perdieron lo que tenían sembrado, animales, maquinaria y sufrieron desperfectos en la casa, pero para López lo más importante que han perdido es la tierra virgen, "hemos echado camiones y camiones de tierra y quién nos va a pagar eso", manifiesta indignada.

Además ahora se encuentran con el problema añadido de tener que pagar las costas del juicio y los gastos de su abogado, por lo que la sentencia viene a hundir más aún su economía.

Otro de los afectados es Flores Pablos, cuida la huerta a su hermano y también perdió ese día sus muebles, gallinas y la cosecha de patatas "pasé realmente miedo" comenta.

Para hacernos una idea de la situación que se vivió, hay que recordar que el sábado 4 de noviembre, horas antes de que se abriesen las seis compuertas, el Guadiloba ya estaba al 83% de su capacidad. Ese sábado, el nivel del pantano subió más de un 15%. El día anterior, el aumento también había sido por encima del 10%, lo que obligó a desembalsar un enorme volumen de agua: doce mil millones de litros desde las dos de la mañana hasta que terminó el domingo. Para tener una idea comparativa, el último desembalse antes de éstehabía sido el 31 de enero de 2004 y solo hizo falta abrir una compuerta.

Pero la polémica viene por el sistema de avisos, según el Canal, el ayuntamiento y ahora el TSJEx, estos "funcionaron correctamente", dadas las circunstancias especiales de emergencia. El director económico del Canal, Pedro Pacheco, dice que dos horas antes del desembalse se avisó a la policía local y a Protección Civil y que estos recorrieron la zona para comprobar que no había nadie en situación de riesgo.

Los hortelanos siguen insistiendo en que nadie les avisó del desembalse y lo que no quieren es que esta "imprudencia" se vuelva a repetir.