La familia del menor que sufrió acoso escolar en el colegio Sagrado Corazón solicita 18 meses de prisión para la tutora, la directora y la orientadora del centro al considerarlas autoras de un delito contra la integridad moral en su modalidad de comisión por omisión. Los hechos fueron archivados por el Juzgado de Instrucción Número 4 pero la Audiencia Provincial ordenó que se reabriera el caso para averiguar cuáles fueron las actuaciones concretas que llevaron a cabo las tres docentes cuando tuvo lugar el suceso y, sobre todo, si esas medidas fueron las idóneas para "investigar, clarificar y poner fin" a la situación que estaba viviendo el alumno.

Los hechos se remontan al curso 2012/2013. El Juzgado de Menores dictó sentencia condenatoria contra los acosadores de la víctima, que entonces tenía doce años y cursaba 1º de ESO. Este dictamen fue luego ratificado por la Audiencia. El juzgado consideró entonces probado que entre octubre del 2012 y enero del 2013 (momento en que los padres cambiaron de colegio al niño) el menor sufría insultos y maltrato por parte de cuatro de sus compañeros. En la sentencia se especificaba que los acosadores acorralaban a este alumno, le aislaban y le hostigaban dándole empujones. También le proferían expresiones insultantes como "ruso de mierda, vete a tu país" (el niño es adoptado). Fueron condenados por un delito contra la integridad moral a realizar tareas socioeducativas durante un año, para inculcarles valores como el respeto a los demás.

Sufrió "acorralamientos, aislamiento, hostigamientos, empujones, insultos vejatorios y xenófobos" que le provocaron, según la acusación particular representada por el abogado Emilio Cortés Bechiarelli, "angustia, miedo y pánico", siendo necesario incluso que le atendiera la psicóloga del centro. De la situación, añade el abogado de los padres del menor, tuvieron conocimiento, además de la psicóloga, la tutora del niño y la directora del centro. Ya que, tras la crisis de ansiedad que sufrió, un amigo del menor contó a sus padres todo lo que estaba ocurriendo y éstos acudieron al colegio para hablar con ellas e intentar frenar el acoso. No lo consiguieron.

CON LA DIRECCION Según el letrado los progenitores llevaron a cabo varias entrevistas personales con la directora, hicieron requerimientos por escrito y llamadas telefónicas al centro para lograr acabar con el sufrimiento de su hijo. La acusación particular cree que "las acusadas tuvieron cabal y preciso alcance del acoso escolar sin que tomaran medida de clase alguna mínimamente eficaz para su erradicación, identificación de los autores, medidas preventivas,...".

El menor tuvo que ser sometido a tratamiento psicológico por el cuadro de ansiedad y depresión que presentaba, en él llegaron incluso a apreciarse "trazas suicidas". Para las tres docentes la acusación particular solicita también la inhabilitación para el ejercicio de la docencia, dirección o coordinación en centros públicos o privados durante un periodo de cinco años.