Pesimismo entre los vecinos de San Blas y Aguas Vivas ante la posibilidad de que Cáceres no reciba las ayudas que, por valor de 949.000 euros, solicitó al Gobierno para atender los daños por la tormenta de granizo del pasado 16 de septiembre.

Tras la polémica que ha enfrentado esta semana a PSOE y PP por la denegación de la Dirección General de Protección Civil del Ministerio del Interior a la solicitud municipal al faltar documentación en el expediente, residentes de dos de los barrios más afectados coincidieron ayer en afirmar que las subvenciones no llegarán, a pesar de que el ayuntamiento dispone aún de dos meses más para presentar un recurso.

En esta dirección opinó José María Patrón, presidente de Aguas Vivas, que recordó que los daños en las pistas polideportivas y la sede vecinal siguen sin repararse. Solo en el arreglo de las primeras instalaciones se han presupuestado 150.000 euros. Patrón afirmó que el ayuntamiento "tiene la obligación" de completar el expediente y recordó que "con un poco de aglomerado y una pequeña valla" se podría dar una solución momentánea a las pistas hasta que se reciban fondos.

Entre los vecinos de San Blas tampoco reina el optimismo. Lorenzo Iglesias, mecánico en un taller en Narciso Puig, calle que quedó enterrada por el granizo, señaló que la situación puede repetirse porque las redes de saneamiento siguen siendo las mismas. "Los tragantes no dan de sí con cuando caen cuatro gotas más de lo normal", dice mientras señala el colector al que va a parar el agua desde la plaza de Italia. De momento, toca esperar por si cae dinero del Gobierno.