Un amplio grupo de creadores cacereños han puesto sus pinceles al servicio de los más necesitados. La Sala Vidarte entregó ayer un cheque de 700 euros obtenidos con la venta de los cuadros de 33 artistas, que contribuirán así al mantenimiento del comedor social de La Milagrosa, atendido desde hace años por las Hermanitas de la Caridad San Vicente de Paul y donde comen a diario medio centenar de personas sin hogar y ciudadanos con falta de recursos.

Las pinturas han sido expuestas en la séptima edición del mercadillo de Navidad que organiza la Sala Vidarte, en la calle Doctor Fleming, que ha vendido todas. "El público ha respondido bien y los últimos cuadros los ha comprado el propietario, Benito Vidarte. Estamos satisfechos con los resultados, al contribuir a una buena labor social", declaró ayer Emilio González, uno de los colaboradores del proyecto.

Los beneficios fueron entregados a la madre superiora y a Pepi Galve, voluntaria del centro. "Existe una necesidad imperativa de que este comedor funcione. Hay muchos inmigrantes, muchos indigentes, y últimamente ya se dan casos de personas que están atravesando serias dificultades y que acuden con su recipiente a recoger comida para llevársela a casa", explicó Emilio González, un extremo que confirmaron las religiosas. El comedor, además, se mantiene fundamentalmente de ayudas privadas.

El mercadillo navideño lleva dos ediciones destinando sus beneficios a proyectos solidarios, un objetivo que este año ha reunido a pintores de distintas edades, estilos y tendencias, muchos de ellos vinculados a la Sección de Artes Plásticas del Ateneo.