Vecinos de las calles Bailén y Arapiles, del barrio cacereño de San Blas, denuncian el mal estado en el que sale el agua de los grifos de su casa. Aseguran que su color es oscuro y que tiene mucha tierra. Se quejan, además, de que cada mañana tienen que dejar correr el agua cerca de 30 minutos para que salga clara, una situación que llevan viviendo algo más de año y medio. Los vecinos no aguantan más. Ayer José Sánchez (en la foto) no pudo usar su lavabo por la mañana porque el agua era prácticamente barro. Media hora después fue tomando un color más claro, pero nunca llegó a ponerse transparente. "¿Quién nos paga a nosotros el gasto de agua que hacemos? Todos los días tenemos que dejar los grifos abiertos media hora y eso conlleva un gasto económico que nadie nos va a reponer", protestó a este diario José Sánchez, uno de los vecinos afectados.

Los residentes aseguran que ya lo han denunciado en más de una ocasión a Canal de Isabel II --empresa concesionaria del servicio del agua en la ciudad--, han procedido a purgar las tuberías pero al poco tiempo vuelve a suceder lo mismo. Desde Canal incidieron en que esta circunstancia se da por la antigüedad de la red de abastecimiento e insisten en que la única solución pasa por el cambio de tuberías: "Está previsto cambiarlas pero de momento todo está parado hasta que se resuelva el problema de la adjudicación del agua", dijeron. Mientras tanto, para solventar a corto plazo esta situación, Canal debe purgar las redes de manera periódica. Ayer, tras recibir de nuevo el aviso de estos vecinos, ya lo hizo, aunque no se solucionó del todo.

OXIDACIÓN

El color oscuro del agua de estas viviendas tiene una explicación técnica: "Las tuberías con los años crean una oxidación interior que se va soltando. Eso es lo que genera la suciedad", indicaron los técnicos desde Canal de Isabel II.

Lo cierto es que los vecinos están cansados de esta situación. Todos beben agua mineral y muchos de ellos aseguran que se ven obligados a utilizar agua embotellada para lavar la ropa y en ocasiones hasta para ducharse. "Sale colorada. No podemos poner la lavadora con ropa blanca porque se estropea", se quejaba ayer Cecilia Mendo, otra de las residentes afectadas.

La situación suele repetirse dos veces al día: a primera hora de la mañana y por la tarde. "Es a días. El viernes por la tarde el agua estaba tan sucia que no podías ni ducharte. Hace años que bebemos agua mineral. Lo hemos denunciado muchas veces y queremos que se arregle porque es una situación incómoda para todos", se quejaba Cándido Nevado.

El mal estado del agua solo afecta a estas dos vías del barrio. Pero el resto lleva años demandando la ampliación de las canalizaciones para evitar que vuelvan a sucederse destrozos como los de la tormenta de granizo que tuvo lugar en septiembre del 2010. En concreto piden una ampliación de tres metros, pero aún no hay fecha de actuación.