Cáceres dispone aún de siete sectores en los que se permite la utilidad residencial, situados en suelo urbanizable programado y no programado, y que están sin desarrollar. Aunque hay algunos que son de muy difícil ejecución, en estos terrenos hay reserva de suelo suficiente para más de 6.000 viviendas, entre unifamiliares y residencial colectivo. Además hay otros siete sectores residenciales, todos menos uno se encuentran en suelo urbanizable programado, que están en desarrollo con una capacidad de 6.267 nuevas viviendas, a lo que hay que sumar que el plan general de urbanismo (la normativa que regula el crecimiento de la ciudad) está en fase de revisión, lo que supondrá la creación de nuevas áreas con finalidad residencial.

Esta expansión urbanística contrasta con la cifra de viviendas vacías. Según el censo de población y vivienda del 2001 que elabora el Instituto Nacional de Estadística (Ine), en Cáceres había ese año 7.362 pisos sin ocupar, el 18% del total y casi el doble de la cifra que aparecía en el informe que en el 2000 realizó la confederación nacional de asociaciones de vecinos, en el que se aseguraba que había 3.984 pisos vacíos. En 1990, en los estudios previos de la revisión del plan de urbanismo que está en vigor, se calculaba que había 2.598 viviendas sin ocupar basándose en las informaciones del padrón de 1986. Según estos datos, en quince años la cifra de pisos vacíos se ha triplicado.

El número de viviendas no ha crecido en igual proporción. En el mismo estudio de 1990 se afirmaba que en la ciudad había 27.750 viviendas, mientras que en el censo del Ine del 2001 se recoge que hay 40.673 para una población de 82.716 habitantes empadronados, aunque la cifra de residentes de hecho en el municipio es algo superior, y pasa de los 100.000.

ACTUACIONES EN SUELO URBANO

La capacidad residencial del plan de urbanismo está repartida en tres tipos de suelo: urbano, urbanizable programado y no programado. En suelo urbano hay cinco actuaciones importantes: Rodeo (1.240 viviendas), Perú (660), Infanta Isabel (370), San Francisco (800) y poblado minero (1.900). Las dos últimas están en tramitación, pero aún no se ha iniciado la construcción de viviendas, por lo que es una oferta que se puede sumar a los 6.267 pisos que se edificarán en seis sectores en suelo programado (por donde se prevé el crecimiento de la ciudad) y en otro no programado (reserva de suelo). Este último está entre la ronda de San Francisco y las estribaciones de la Montaña, y tendrá 930 viviendas.

Entre los sectores programados están los dos polígonos del Montesol, situado entre el cuartel y La Mejostilla, el residencial Macondo, al lado de Castellanos, y el sector 2.4, cuyo plan parcial ya se ha variado para incrementar el número de viviendas, que pasa de 785 a 864. La primera fase del Montesol y el residencial Macondo, con casi 2.000 pisos entre los dos, ya están en construcción.

Con estos datos, la oferta residencial supera las 10.000 viviendas, ya que a los siete sectores en desarrollo y a los polígonos en suelo urbano se suman tres de las cuatro promociones de la Ley del Kilómetro, que cuentan con un porcentaje de viviendas que son de protección oficial, que aún tienen pisos que no se han entregado o están en construcción.

De los siete sectores en fase de desarrollo, los dos más retrasados son el 1.3, con 748 viviendas que se realizarán entre la avenida de Dulcinea y el polígono de Charca Musia, y el 2.1, que con 754 pisos conectará el residencial de Mejostilla de Espadero, una de las últimas urbanizaciones realizadas y que tiene 660 viviendas, con los sectores 1 y 2 de La Mejostilla.