TABLETAS ELECTRÓNICAS

Relajados y distraidos

Alejandro Prieto Orviz // Gijón

Un estudio realizado por investigadores canadienses sobre la incidencia que tiene la utilización de dispositivos electrónicos con pantallas de visualización en menores de 8 a11 años, concluye que un uso abusivo representa una rémora para su desarrollo cognitivo. Y, ¿sucederá algo similar en otras edades?, ¿qué efectos puede tener en los pequeños que, apenas andan, ya adquieren la costumbre de permanecer absortos e inmóviles ante una tableta? Considerando factores como la cantidad de tiempo dedicado desde la infancia al entretenimiento mediante pantallas, la tromba de noticias falsas que inunda Internet, la decadencia de la honestidad informativa y el creciente nivel de sectarismo e intolerancia intelectual, no parece que el horizonte social dibujado sea como para mantenerse relajados y distraídos haciéndose selfies sin sentido.

Sistema de pensiones

Agonía de pensionista

Miguel Fernández-Palacios Gordon // Madrid

Mientras no se garantice con efectividad el poder adquisitivo de las pensiones, el jubilado estará desamparado. El mayor, cuando se jubila, queda fuera del mercado laboral y con resignación ajusta sus gastos a su pensión.Pero, si esta pierde incesantemente valor, su vida se torna poco a poco en agónica zozobra. Y aunque deje de darse un pequeño capricho -cine, cañita…-, no puede ni regalar unas chuches a sus nietos.Comprarse ropa o calzado está totalmente descartado y tira con lo que tiene; aunque lo peor llega cuando hay que elegir entre calefacción o medicamentos, luz o comida…con el descorazonador pálpito de ir a peor porque todo subirá y perderá más poder adquisitivo. Y así, como en el ‘Día de la Marmota’, despertará para vivir un calvario donde cada jornada la pasa contando los céntimos que le quedan para ir al súper.

Un sinsentido

Cambio de horario

José Luis Calzada // Madrid

Al parecer, por fin la UE se ha dado cuenta de la majadería que supone el cambio de hora dos veces al año. Por la latitud que nos encontramos, el día más largo tiene 15 horas y al más corto 9. Por muchos inventos que hagamos esto no variará; por lo tanto, no hay que imponer ni el horario de invierno ni el de verano, sino el horario natural; es decir, el de la hora solar. Como llevamos dos horas de adelanto respecto a la hora solar, lo lógico sería que, tal como está programado, en octubre el reloj se atrasara una hora y luego no hacer nada hasta octubre de 2019, en el que se atrasaría otra hora y se volvería a la hora solar, de la que nunca se debió de haber salido.