MANIFIESTO DE LA PLATAFORMA DEL VOLUNTARIADO DE EXTREMADURA CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE VOLUNTARIADO, HOY 5 DE DICIEMBRE DE 2020:

En el mes de enero, 2020 parecía ser un año como otro cualquiera. Habría elecciones en EE.UU., las bolsas reflejarían los vaivenes de la sociedad consumista, y la degradación del medio ambiente seguiría a pasos agigantados. 2020 sería de nuevo un año en el que muchas personas seguirían sufriendo la injusticia social; muchas otras mirarían para otro lado, y algunas, las voluntarias y voluntarios, actuarían.

Entonces llegó la pandemia; primero como lejanos rumores que no nos afectaban más que al ver las noticias, luego como una ola de temor e incertidumbre, y finalmente, como un maremoto que arrasó miles de vidas, de puestos de trabajo, y de sueños y abrazos que se quedaron por el camino. Miedo, desesperación e inquietud se instalaron en nuestro día a día. Pero en medio de toda esta oscuridad, también se mantuvo encendida una llama, que además, en muchos casos, aumentó de intensidad. Surgieron miles y miles de iniciativas, algunas con gran proyección, muchas de forma organizada, y la mayoría, de forma silenciosa.

Y todas pudimos ser personas voluntarias por una temporada: acompañando a quien lo necesitaba, ayudando a quien no podía valerse por sí misma, trabajando desde tantos ámbitos que sería imposible nombrarlos sin dejar alguno en el tintero…

Coser mascarillas, repartir comida y ropa, dar clases particulares, acompañar a personas mayores, hacer llegar a enfermos y sanitarios las cartas de solidaridad, apoyar a las personas que nos han mantenido a salvo, comprar medicamentos y hacerlos llegar a quien no podía salir de casa, recolectar material para hacer pantallas protectoras, dar cariño y calor a personas sin hogar, y así miles y miles de pequeñas acciones, plantando cara a esta maldita enfermedad… Y todas pudimos ser personas voluntarias… Y sacamos lo mejor de nuestra sociedad…

No hay duda de que 2020 será el año de la pandemia; el año del Covid-19; el año que sufrimos el miedo y la incertidumbre… pero también será el año en que millones de ciudadanas y ciudadanos trabajaron por el conjunto de personas con las que, las conozcamos o no, tenemos unos vínculos que nos han unido en la hora más oscura… y nunca volveremos a ser los mismos.

Porque cuando nos unimos podemos conseguir grandes cosas. Porque si nos organizamos, transformamos la sociedad. Porque si trabajamos codo con codo, ayudamos a quien lo necesita. Dice la comunidad científica que el gran problema de esta enfermedad es su alta tasa de contagio; sigamos trabajando, no nos relajemos nunca, hasta que esta enfermedad desaparezca. Que las personas voluntarias, en su día, y cada día del año, sean las que contagien solidaridad, responsabilidad, esperanza… Que lo contagioso sea la solidaridad.

Feliz Día Internacional del Voluntariado.