Atrio echa el cierre el lunes de forma temporal ante el avance de la pandemia y las limitaciones impuestas a la hostelería y la restauración. De los 50 trabajadores que integran la plantilla, 40 pasarán a un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) y se quedarán 10 para atender la centralita, vigilar las instalaciones y poder atender alguna petición; pero no se cogerán reservas de forma generalizada para los próximos días por el momento. "Hemos optado por adelantarnos a lo que creemos que va a suceder porque la situación es muy complicada. Las reservas han caído en picado", ha explicado a este diario José Polo, propietario junto a Toño Pérez del establecimiento. En la decisión han tenido en cuenta la necesidad de proteger el empleo de toda la plantilla y de mantener todos los proyectos que tienen en pie ahora mismo (además del restaurante y el hotel en marcha, el nuevo hotel en construcción). "Tenemos que pensar de forma general", afirma el empresario.

"No podemos seguir abiertos con 16 reservas cuando necesitamos 500 para pagar las nóminas", insiste Polo sobre los efectos de las limitaciones impuestas. El cierre de comunidades y su impacto en el turismo hacen casi inviable mantener en estos momentos un negocio como el de Atrio, que se nutre fundamentalmente de los visitantes que llegan a la ciudad procedentes de todos los rincones. "Las medidas que se están tomando están desconcertando a la gente. No se está aplicando el sentido común, al menos en el caso de la restauración. Si tengo todos los sistemas de ventilación y regeneración de aire, cumplo con las distancias... ¿por qué tengo que reducir el horario? No tiene ningún sentido", cuestiona.

Los trabajadores comenzarán el ERTE mañana domingo. El establecimiento tiene a varias familias alojadas durante este puente y la mayoría saldrán ya mañana del hotel, salvo una que no se marcha hasta el lunes. Por eso el grueso de la plantilla dejará de trabajar mañana y serán los trabajadores que no entrarán en el ERTE, con Toño Pérez a la cabeza, los que atiendan a esos clientes. "Da mucha pena la situación. Espero equivocarme. Pero temo que vamos a un nuevo confinamiento en dos semanas. Cerrar ahora es lo más sensato", reflexiona Polo.