Los datos epidemiológicos de Cáceres mejoran y una muestra de ello es que, por segunda vez en esta pandemia, la gerencia ha decidido cerrar la octava planta del hospital San Pedro de Alcántara que atendía únicamente a pacientes de coronavirus. Se clausuró ayer por la tarde, después de que los hospitalizados se hayan reducido un 25% en la última semana (esta mañana hay 35). Y es que las altas se han dado prácticamente con la misma rapidez que se sucedieron los ingresos.

La planta se puso en marcha, en esta segunda ola, a finales del mes de agosto, cuando el área de salud solo tenía una decena de hospitalizados. La decisión no se tomó entonces por el número de pacientes sino ante la previsión de que aumentaran exponencialmente, como así fue: se multiplicó por siete en tres semanas, pasando a tener casi 70 enfermos en el hospital. Fue en ese momento cuando la gerencia se planteó reabrir el hospital Nuestra Señora de la Montaña porque el San Pedro se colapsó y la previsión era que los contagios continuaran en ascenso. De hecho el edificio del paseo de Cánovas se puso a punto para que estuviera disponible por si se necesitaba abrir de urgencia.

Finalmente no se ha precisado de estas instalaciones en esta segunda ola. Y la razón no es otra que los propios datos: A pesar de que el volumen de contagios y la incidencia iban en aumento no es comparable el número de pacientes ingresados: Mientras que en los meses de marzo y abril llegaron a contabilizarse más de 200 hospitalizados (repartidos en tres plantas del San Pedro de Alcántara y en el Nuestra Señora de la Montaña), en esta segunda ola de la pandemia el pico máximo ha estado en 65, a finales del mes de septiembre. En ese momento el equipo médico confesó haber tenido miedo al colapso, pero la situación se estabilizó en cuestión de días.

MEDICINA INTERNA Y NEUMOLOGÍA/ Ahora los enfermos de coronavirus son atendidos en las plantas primera y segunda del hospital San Pedro de Alcántara por los equipos de Neumología y Medicina Interna, respectivamente, y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). La octava planta, a pesar de que ya no cuente con pacientes ingresados, se mantendrá montada y operativa por si hubiera un nuevo pico de ingresos, ya que la situación de la pandemia cambia de un día para otro y aún existe mucha incertidumbre sobre cómo evolucionará en las próximas semanas. Se puso en marcha con 16 enfermeras y 15 auxiliares de enfermería y era atendida por los especialistas de Medicina Interna. Estos profesionales continúan trabajando porque, tal y como ha confirmado el Servicio Extremeño de Salud (SES), colaboran ahora con el resto de las plantas donde hay ingresos de covid.

La mejora de la situación en el área de salud de Cáceres ya fue puesta de manifiesto este miércoles por el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, quien aseguró que los datos epidemiológicos evolucionan bien, por lo que se espera que no se necesite solicitar una prórroga de las restricciones. Aún así la capital cacereña sigue teniendo 14 brotes activos (el de la residencia La Consolación es el que más preocupa) y se sigue de cerca la evolución de los municipios cercanos: Casar de Cáceres, Malpartida de Cáceres y Arroyo de la Luz. Además, para prevenir que puedan surgir nuevos brotes, Salaya anunció que pedirá a colaboración a la Policía Nacional para que incremente la vigilancia en la ciudad para atajar el ocio nocturno descontrolado porque en Cáceres se siguen celebrando botellones.

En cambio esta mejora no se refleja en las cifras de incidencia, que han aumentado desde el viernes, cuando se anunciaron las restricciones. Entonces había 288 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días (en cinco de las siete zonas de salud en las que se divide la ciudad ascendía hasta los 300 casos y en la zona centro a los 441), por encima de la media regional (250).Pero el martes (último dato contabilizado) esa incidencia superaba los 289.