Con la fase 2 de la desescalada, la Consejería de Educación comienza a organizar la vuelta de los alumnos a los centros educativos extremeños después de más de dos meses sin pisarlos. Será a partir de la próxima semana, del 1 de junio, cuando está previsto que vayan incorporándose a las aulas algunos estudiantes de los últimos cursos de Bachillerato, ESO y Formación Profesional, siempre de forma voluntaria y con la obligación de seguir las medidas de higiene y seguridad, entre ellas, el uso obligatorio de mascarillas. Pero ya se van conociendo otras condiciones de este regreso voluntario a clase.

La atención presencial de los grupos de alumnos que se conformen durante esta semana será de entre 2 o 3 días a la semana y un máximo de cuatro horas por día «en función de las necesidades del alumnado del centro» y se tendrá en cuenta las dimensiones de las aulas y los espacios para garantizar una distancia mínima de dos metros entre los estudiantes.

Esta es una de las novedades que vienen recogidas en el borrador de la instrucción de la Consejería de Educación para la transición hacia una nueva normalidad en el sistema educativo, al que ha tenido acceso este periódico, y que será abordado hoy en una reunión entre la administración y los sindicatos.

La instrucción confirma que habrá transporte escolar (el alumno debe confirmar el compromiso de asistencia) y para poder organizarlo de cara a la semana que viene apremia a los centros educativos a comunicar el número de alumnos por cada ruta escolar que harán uso del transporte antes del próximo viernes.

El borrador de esta nueva normativa especifica también que con carácter general y de forma prioritaria, las actividades lectivas seguirán siendo a distancia y explica en qué casos se permite la actividad presencial en cada etapa. Para los alumnos de 2º de Bachillerato, 4º de ESO y 2º de Formación Profesional -ciclo medio o superior- las actividades presenciales se centrarán en tutorías, orientación, refuerzo, repaso y preparación de pruebas finales de evaluación, promoción o titulación. Se atenderá exclusivamente a las materias troncales generales en la ESO, a aquellas susceptibles de ser evaluadas en la EBAU o lo que tenga que ver con la defensa del módulo de Proyectos en FP.

Pero al margen de esto, también está permitida puntualmente la actividad presencial para el resto de cursos. Para ello, los centros «prepararán programas exclusivamente de refuerzo, apoyo y orientación educativa que podrán ser organizados individualmente o en grupos» para aquellos estudiantes que, previa petición de sus familias o a juicio del claustro, necesiten este tipo de actividades. Esta opción se contempla también en Infantil para los alumnos de 5 años que pasarán a Primaria a partir de septiembre. Y además, se permite la realización de pruebas de evaluación presenciales puntuales voluntarias y en grupos reducidos en las enseñanzas de régimen especial.

El borrador señala que serán los equipos directivos los que adaptarán el horario del profesorado que deba participar en las actividades presenciales para que puedan «compatibilizarlas» con las tareas a distancia «sin aumentar su jornada laboral semanal», señala. Se exime de volver al centro a los trabajadores con inmunodeficiencia, cáncer en tratamiento activo, comorbilidad (más de una enfermedad sensible), mayores de 60 años con patologías y embarazadas.

Y ante la previsión de que aumente la actividad en los centros, deberán hacerlo también las tareas de limpieza y desinfección de las zonas que se utilicen, por las que deben velar los equipos directivos. Los centros deben asumir también la adquisición de mascarillas.