Y la danza conmovió y sedujo a los espectadores. El espectáculo del Corrella Ballet estrenó ayer en la 55 edición del Festival de Mérida la obra, dividida en cuatro piezas, Diana y Acteón . El exquisito, perfecto en la técnica y limpio de movimientos ballet del reconocido bailarín Angel Corella regaló al público emeritense una función digna de los más prestigiosos escenarios internacionales.

Un cuarteto de actos centrados en el mito greco-romano de Diana y Acteón dibujó una función ´in crescendo´ en el que se mezcló la pura danza clásica y el ballet con la vertiente más neoclásica de una de las artes escénicas más relevantes.

La composición de los actos dio comienzo con Clear la más contemporánea de todas las piezas en la que se exhibe un torrente de danza explosiva y fiereza por los ocho bailarines que completan el cuadro. La exhuberancia casi agresiva del acto es impulsada por la única bailarina del reparto. Esta es quizá la más moderna y la menos atractiva, aunque bastó por su potente fuerza expresiva.

Le sucede la pieza más romana y que da nombre a la función Diana y Acteón una coreografía que pone de manifiesto la perfección técnica de Corella y la cubana Adarys Almeida. La tercera pieza Romeo y Julieta reproduce el más romántico de los cuatro actos. Volatilidad, fluidez y delicadeza expresaron el amor en el lenguaje de la danza clásica.

Por último, el apoteósico final de la noche Bruch violin concerto nº1 en el que un impresionante cuerpo de baile de 24 bailarines rebosó técnica, formación y preparación en el escenario. Un culmen de plasticidad aliñado con toques de frescura y dinamismo en el que la figura masculina tenía una importante presencia.

Pero antes el maestro de la danza española clásica, Corella quiso recrear al público con una quinta propuesta fuera de programa. We got it good una positiva coreografia en clave de jazz en la que el bailarín solista hizo un guiño al público de Mérida, ciudad a la que se siente unida por lazos familiares.

A pesar de que el Teatro Romano no se llenara anoche, un total de 1500 personas acudieron al estreno de esta recomendable y descomunal obra de danza clásica que hizo las delicias de los allí presentes.