En medio de la psicosis de seguridad que invade los aeropuertos, un actor de Hollywood puede ser considerado como un terrorista en potencia. Eso es lo que le pasó el domingo a Javier Bardem (foto). El actor, que volvía de la Berlinale tras presentar su documental Invisibles, fue retenido en el aeropuerto de Berlín por varios agentes alemanes al detectar por el escáner un objeto que creyeron que podía ser una bomba, pero el supuesto artefacto explosivo no era más que el altavoz del iPod del actor. "Mientras esperábamos les pregunté a los policías si podía salir a fumar y me dijeron que de ninguna manera", explicó Bardem en la web www.noticine.com. La compañía Iberia quiso compensarle por el mal trago y le dejó volar en clase business.